Preocupación en la Policía Nacional por los delitos de odio a través de 'fake news'
El comisario de Burgos, Jesús Nogales, advierte que la estigmatización de colectivos desde las redes sociales «genera más violencia». El «cien por cien» de las denuncias por agresión sexual en la provincia se esclarecen
Cualquier hecho delictivo, y más si es violento, se difunde a gran velocidad a través de las redes sociales. Basta con que alguien capte el suceso con su teléfono móvil y lo comparta a través de cualquier plataforma con millones de usuarios. En un abrir y cerrar de ojos, la noticia vuela y hay quienes se apresuran a dar información falsa, o cuanto menos sesgada, sin que haya sido contrastada. Ante este escenario, el comisario jefe de la Policía Nacional en Burgos, Jesús Nogales, no oculta se preocupación al respecto. Más que nada, porque la proliferación de fake news es la puerta de entrada a los delitos de odio.
Consciente de que muchos delitos se atribuyen a «personas que no son culpables» o que «siendo culpables no lo son por tener una raza, etnia o condición social determinada», Nogales subraya que «de lo que sale a la opinión pública a la realidad hay un amplio trecho». En este sentido, recuerda que la difusión de noticias falsas no entra en el «ámbito de persecución» policial, pero sí la comisión de delitos de odio que emanan de los bulos.
«En España tenemos el Derecho Penal de Hecho. Esto no es un país filonazi en el que se castiga a una persona por ser judía, gitana o lo que sea», enfatiza el comisario con la intención de advierte del «riesgo» latente de que parte de la sociedad, la más «descerebrada», intente tomarse la justicia por su mano actuando contra «inocentes». De esta forma, pretende alertar de que la proliferación de fake news «genera más violencia», tal y como ha ocurrido en el Reino Unido, si se pone el foco sobre el origen o condición de quien comete un crimen aunque dicho dato «no es penalmente relevante».
La desinformación, según apunta el subdelegado del Gobierno en Burgos, Pedro de la Fuente, tiene un «componente político». Y está ligado a creencia, en buena parte de la opinión pública, de que la delincuencia se ha disparado. Sobre dicha cuestión, asegura que actualmente España cuenta con más agentes que nunca, situándose «por encima del índice de reposición», mientras Burgos arroja uno de los índices de criminalidad «más bajos» del país.
Lo que sí han aumentado son las agresiones sexuales. Pero no porque se cometan más que antes sino por el mero hecho de que las víctimas se atreven a denunciar. Al hilo de esta cuestión, Nogales destaca que la tasa de esclarecimiento de este tipo de delitos en Burgos se sitúa actualmente en el «cien por cien». No en vano, remarca que una gran mayoría de los casos de los que se tiene constancia se producen en «entornos cercanos», lo cual «ayuda mucho a la resolución».
A pesar de que las agresiones sexuales «rompen la estadística», De la Fuente celebra que exista más concienciación que nunca para alzar la voz. Los tiempos, por suerte, han cambiado. Porque antaño, tal y como expone, «denunciar a tu propio marido, al padre de tus hijos, a tu cuñado o a un hermano era algo que te iba a marcar de por vida».
También sigue al alza, aunque se esté «conteniendo de alguna manera», la cibercriminalidad. He aquí, tal y como precisa Nogales, el principal foco delictivo que afecta tanto a Burgos como a España en su conjunto. Las estafas vinculadas a las nuevas tecnologías continúan a la orden del día y el hecho de que los delincuentes operen en «paraísos criminales» dificulta sobremanera el éxito policial. Pese a ello, se muestra optimista porque, al tratarse de un problema mundial, «las legislaciones se tienen que armonizar y serán más ágiles».
Ángeles Custodios «de carne y hueso»
Al margen de éstos y otros frentes abiertos, la Policía Nacional de Burgos ha celebrado este viernes la festividad de los Ángeles Custodios en la Casa del Cordón. Durante el acto, se ha condecora a una docena de agentes y concedido la medalla al mérito policial al general Juan Carlos González y a la magistrada María Antonia García.
«Vemos muchas veces la parte más oscura de la sociedad, pero lo hacemos con agrado», confesaba el comisario, antes del acto, tras hacer hincapié en que ser policía es algo «vocacional». Por su parte, el subdelegado ha querido resaltar la labor que desempeñan los Ángeles Custodios «de carne y hueso», cuya «maquinaria bien engrasada está entre las mejores del mundo».