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El comercio se planta. Cuatro años sin cobrar por los adornos en la calle y lo piden ahora de golpe. Recurrirán

Se trata de la tasa de ocupación de espacio público que en algún caso alcanza los 30 euros al mes. «No puede ser que intentemos animar nuestro espacio urbano y se nos castigue», reivindica la Asociación de Comerciantes. «Si en 2021, cuando hicieron la foto, me lo dicen no tendría 37 meses de deuda», dice un afectado.

Los pequeños comercios suelen tener reclamos en el exterior para publicitar sus productos al no tener un gran escaparate.SANTI OTERO

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Burgos

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La Asociación de Comerciantes del Centro Histórico trabaja en recabar información sobre la oleada de reclamaciones de tasas de ocupación de suelo público a los comercios con adornos en su entrada por parte del Ayuntamiento de Burgos. Carteles, pizarras, macetas, mesitas o voladizos que afecten a la vía pública están siendo revisados. Coincide con la revisión del despliegue de terrazas en suelo público. 

En el caso de la hostelería, la terraza debe darse de alta, pero en cuanto al giro de la cuota de tasa de ocupación de suelo público en comercio «nunca me la han requerido desde que abrí», explica uno de los comercios afectados. Por eso algunos consideran que el «Ayuntamiento está actuando con nocturnidad y alevosía, salvo dos comercios muy próximos al Ayuntamiento y con una larga trayectoria, nadie sabía que tenía que pagarlo ni se le ha reclamado en estos años», denuncia.

«Yo creo y espero que sea un error de gestión interno, pero es evidente que hay mucha preocupación entre los socios», explica la portavoz de la Asociación de Comerciantes Centro Burgos, Belén Marticorena. Han constatado misivas de este tipo entre cinco asociados y «son muchas las llamadas que estamos recibiendo sobre qué hacer si lo tienen que quitar o no». 

Lamentan desde la entidad que se penalice «el esfuerzo por hacer más bonito nuestro casco histórico, estos elementos, que nos ha costado mucho que el comerciante se anime, dan una imagen viva y única de nuestra ciudad, lo hacemos con nuestro esfuerzo y ahora, sin previo aviso, ¿se penaliza? No lo entiendo», sentencia Marticorena.

lgo que desconocían los comerciantes que han recibido carta. «Si me llega una carta de Hacienda no me da un susto así», cuenta uno de ellos. Un requerimiento con ocho páginas por justificación sobre algo que desconocía que estaba haciendo mal. «Me dicen que adeudo cuatro mensualidades de 2021 pero en total 37 mensualidades a cargo de 30 euros al mes por un cartel de anuncio de los productos de mi tienda», explica este comerciantes ubicado en el centro. Como a él hay constancia de unos cinco requerimientos más. 

En la carta anuncian el conocimiento de este cartel con una foto realizada en 2021. «Si cuando hicieron esa foto me dicen que tengo que pagar 30 euros al mes no tendría 37 meses de deuda ahora mismo». Para Centro Burgos es un hándicap. «Ahora que habíamos conseguido, después de muchos años, que los comerciantes animaran las calles con su decoración fuera del establecimiento, nos llega esto no sé quién va a querer», lamentan.

Desde la entidad están esperando una respuesta desde el ámbito municipal. Si no ha sido un error, como desean, plantearán batalla. «Si llegan estas notificaciones, son ciertas y no es un error, desde luego que actuaremos, las vamos a recurrir todas porque esto no puede ser», explica. De esta manera, entienden que un aviso «pues si podría ser un requerimiento a cumplir, buscar una solución para los requerimientos europeos que apuntan a las posibles barreras para personas con dificultad visual o de movilidad, pero este no es el camino».

Estos requerimientos con años de retraso y una factura que ha ido creciendo sin el conocimiento del afectado no es nuevo para Centro Burgos. A la entidad se le reclamó la ocupación de suelo público con los adornos navideños de las farolas. Llegó en 2022 la notificación de cobro de carteles colocados en 2018 y 2019. En total una factura de 1.900 euros. «Primero lo pagamos, después recurrimos y tenemos notificadas algunas, otras nos devolvieron el dinero y otras las tuvimos que pagar», resume Belén Marticorena.

En este conflicto el entonces presidente de la Asociación, hoy concejal de Comercio, consideraba que esa actitud era «el truco del trilero malo, te digo que hago esto, me dices que si, y a los dos o tres años me dices que hay que pagar una tasa, es una jugarreta fea». Dos años después el concejal de Comercio asegura desconocer estos requerimientos que empiezan a llegar a los comercios. La misiva y la emisión de la ordenanza parte del órgano de tributos y tesorería. La ordenanza apunta que se inicia la obligación tras la obtención de licencia municipal.