El espíritu del Cid conquista Burgos
La apertura del mercadillo medieval, con 130 puestos en cuatro ubicaciones, da paso a un fin de semana lleno de actividades
«Acompañadnos en este fin de semana cidiano. Vamos a recorrer juntos la historia de esta gran ciudad, pero no en el presente. Porque desde ahora mismo queda en los reinos del los mitos, en la leyenda del Cid».
De esta manera, el trovador encargado de la apertura del pasacalles medieval, invitaba a los burgaleses y visitantes a que disfrutemos de un Burgos diferente y de todas las propuestas que llenarán de actividades el final de la semana cidiana.
Fueron muchos los que decidieron acompañar la apertura del Mercado Medieval en el paseo del Espolón para contemplar la animación de calle y el pasacalles de música, con personajes de la época, soldados, nobles, malabaristas, faunos y zancudos que formaron una comitiva de bienvenida para introducir a Burgos en la época de Rodrigo Díaz de Vivar.
Algunos prefirieron perderse entre los puestos que dan forma este año al mercado medieval. «Nunca se ha celebrado de esta manera. Se ha trasformado de un fin de semana en una propuesta llena de eventos» resaltaba el vicealcalde Fernando Martínez Acitores. Junto a él, en la inauguración del mercado, César Barriada, presidente de ProBurgos que resaltaba que este año «Es la primera vez que el mercado tiene 130 puestos, distribuidos en cuatro ubicaciones de la ciudad, que también es la primera vez que sucede». Puestos que en esta ocasión se diseminan por el paseo del Espolón, plaza Mayor, paseo de Atapuerca y plaza de San Juan. «La intención era trasladar un evento de estas características, un evento de ciudad transversal a más espacios», señaló Barriada.
Una apuesta que también ha variado la decoración de la ciudad, con la ambientación de los banderines que llenan varias calles del centro, estatuas de forja de caballeros, presentes en la plaza Mayor y de Capitanía, entre otros espacios. Así como las grandes espadas del Cid, la Tizona y la Colada, cuyas reproducciones engalanan el Arco de Santamaría o el monasterio de San Juan. Rincones que invitan a hacerse una fotografía, como ya hicieron varios burgaleses, aprovechando la inauguración del mercado. Pero no solo los de casa, sino también algunos turistas como una familia de coreanos del sur que sonreían fascinados ante el espectáculo que supone ver Burgos engalanado para recibir a Rodrigo Díaz de Vivar.
El mercado es una de las grandes atracciones, sin duda, de este fin de semana. Puestos de joyería, de productos gastronómicos, monedas de la suerte, juguetes de madera, artesanía en plata, fragancias, piezas artesanas de cuero, textiles, gominolas de todos los colores, llamadores de ángeles, cuero. En algunos se pueden encontrar pequeñas y llamativas piezas en forma de muñecos de lego que reproducen figuras pintadas a mano. Desde un caballero medieval, a guerreros o personajes de las series de televisión.
Un mundo de propuestas que gusta a los visitantes, pero también a los que están detrás del mostrador. Todos engalanados, cada uno con a su aire, pero todos con su toque especial para homenajear al Cid. Teresa viene de Valencia desde hace años. Le gusta la propuesta «porque se trabaja bien. Merece la pena venir». Como ella, el resto de las personas que trabajan para dar forma este gran mercado medieval. Todos dispuestos y mirando al cielo, esperando que aguantes las lluvias y les dejen trabajar, «es lo único que no podemos prever».
Con la apertura del mercado llegan también la puesta en marcha de otras actividades que acompañarán el fin de semana cidiano. Entre ellas, una novedad la entrega del primer Premio de Burgos y el Cid que este año se entregó a la Asociación Metal Castellae. Una propuesta que se realizó en el Teatro Principal y que estuvo acompañada por un concierto acústico de heavy metal.