Y el Cid cabalga en Burgos
La lectura del pregón por el actor José Luis García- Pérez, el Rey Fernando I en la serie del Campeador, protagonizó la jornada coronando el desfile cidiano en un día de fiesta.
A lomos de sus caballos, Doña Jimena y el Cid abre la comitiva que llenó, un año más, las calles de Burgos del colorido del desfile cidiano. Es uno de los momentos más esperado por el público que siguió atento el recorrido desde la plaza de San Juan hasta los pies del Arco de Santa María, bajo los plátanos del paseo del Espolón.
Más de medio centenar de recreadores pertenecientes a cerca de una veintena de asociaciones dieron vida a la comitiva acompañada por zíngaros con su música, bailes de cascabeles y danzas de festivas faldas. Con ellos cetreros, juglares, menestrales, nobles, niños, monjes, peregrinos, damas, obispos y pordioseros, arqueros, artesanos.
Todos al paso con sus mejores galas desfilaron entre los sones de Grimorium con su música de fusión medieval y Galata marca los pasos con acordes celtas. Una propuesta llena de color que animaron los malabares y las bailarinas. Lentamente, con donaire, avanzaron para vestir de solemnidad la espera de la lectura del pregón.
Un pregón de cine
Un acto que comenzó pasadas la 13.00, con más de media hora sobre lo previsto. Los timbales marcaron el inicio para que desde el balcón de Santa María el pregonero, con su voz portentosa, acallara los murmullos. Y es que este año tomó la palabra el Rey Fernando, el actor José Luis García- Pérez. Decidió, además, comenzar su intervención para dar la bienvenida a la «familia cidiana» regalando a los presentes la lectura de los versos del destierro que abren el poema del Mío Cid:
«Por Castiella se va oyendo el pregón, cómo se va de tierra mío Cid el Campeador; unos dejan casas y otros, honor. En ese día, en el puente de Arlanzón, ciento quince caballeros, todos juntados, todos demandan por mío Cid ‘El Campeador...».
En su intervención, el actor recorrió los recuerdos que unen al Cid y a Burgos. Tanto es su faceta laboral que agradeció el haberle permitido «sentir» al rey Fernando I de León en la serie ‘El Cid’. Con una carrera que le hacen ser una de las caras más conocidas de nuestro cine con la participación en más de 50 series de televisión, como ‘Guante Blanco’, ‘Amar en tiempos revueltos’ 0 ‘Carlos V, Rey Emperador’ donde interpretó a Hernán Cortés.
García reconoció que su faceta de actor le ha permitido conocer, «sentir» la historia y conocer la figura del héroe castellano. «El Cid es un faro que ilumina nuestro camino, que nos dio lecciones de vida, de hospitalidad y de valentía y nobleza»
Sevillano de nacimiento, con corazón cidiano y en parte burgalés, «Como sevillano, me llevo de Burgos mucho más que recuerdos, la hospitalidad de su gente, la belleza de su paisaje y la riqueza de su historia los atesoro en mi corazón, al igual que el Cid dejemos en el mundo, huella de honor y de nobleza»
Palabras en las que no faltaron la referencias a la Catedral y legado de los yacimientos de Atapuerca, con el Museo de la Evolución, al que le une la amistad y el cariño. Y las referencias al Cristo de Burgos desde su Sevilla natal.
García- Pérez recordó también las veces que El Cid se coló en su vida. Desde la infancia, viendo la serie de Rui el Pequeño Cid, «de pequeño salía corriendo de casa para ver en la tele la serie de dibujos animados, con su música particular». O en un recuerdo de juventud aficionado al futbol, «como sigue resonando en sus oídos el segundo gol de Betis, en vuestro campo del Plantío para subir a primera división, un mayo de 1994. Creo, sinceramente, que ese día el Cid se hizo un poco bético».
Memorias personales que, confesó el actor, llevará siempre consigo. «Que el espíritu de caballería, de superación, de amistad y amor inspire nuestra vida diaria. Que estas fiestas sean una fiesta de nuestro nuestra cultura, de nuestro pasado y nuestro futuro, que el espíritu del Cid nos guíe y aspire a ser mejores cada día, a enfrentar los desafíos con coraje y vivir con honor y dignidad».
Una solemne apertura para un día de fiesta en el mercado, los talleres, exhibiciones de aves rapaces, pasacalles de música, cuenta, cuentos, competiciones de combates medievales, el Burgos embrujado, se llenaron. En un fin de semana cargado de propuesta para vivir y rendir homenaje a Mío Cid.