La llegada de 'Kirk' a Burgos obliga a cerrar temporalmente el cementerio
El Ayuntamiento recomienda evitar zonas arboladas y edificios con riesgos de desprendimiento ante las rachas de viento de hasta 100 kilómetros y las lluvias previstas por la Aemet
Efectos de la borrasca 'Domingos', en Burgos, el año pasado.
Los restos del huracán 'Kirk' se dejarán notar en Burgos, al igual que en el resto de Castilla y León, desde hoy martes hasta mañana miércoles por la tarde. Por este motivo, y en base a la alerta naranja ante la posibilidad de que se produzcan rachas de viento de hasta 100 kilómetros por hora, el Ayuntamiento ha decretado el cierre temporal del cementerio.
El camposanto permanecerá cerrado mañana, durante todo el día, para las visitas ordinarias. No obstante, sí podrán llevarse a cabo los servicios de inhumación programados. La decisión, según fuentes municipales, se ha tomado a instancias de «las personas que están coordinando la emergencia».
Entretanto, la alcaldesa de Burgos, Cristina Ayala, ha emitido un bando alertando de las fuertes rachas de viento y precipitaciones que, según la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), se esperan en la ciudad. En base a ello, resulta necesario «tomar medidas y algunas precauciones a fin de evitar accidentes en la vía pública, especialmente en zonas de arbolado y aquellas zonas en las que hay elementos instalados por obras en fachadas o tejados».
Tal y como ocurre en estas ocasiones, las concejalías de Seguridad Ciudadana y Medio Ambiente ya trabajan de manera coordinada para que Policía Local, Bomberos, Protección Civil y empleados municipales afronten el temporal. Entre las medidas acordadas, se balizarán los accesos a zonas arboladas para evitar riesgos innecesarios.
En paralelo, el bando recoge una serie de recomendaciones a la ciudadanía. La primera, y más obvia, es evitar cualquier paseo en zonas verdes como La Quinta, Fuentes Blancas, los paseos de la Isla y de los Atletas, las riberas del río Vena y Arlanzón o el entorno del Castillo. Asimismo, se solicita la retirada de elementos inestables en fachadas -tiestos y toldos, por ejemplo-, no pasear cerca de edificios en ruinas o con riesgo de desprendimiento y no practicar deporte al aire libre.