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Afibur reclama una unidad de atención global a pacientes con fibromialgia

En la provincia se calcula que existen unos 3.000 afectados. Exigen un informe sanitario que «sea globalizado con todas sus dolencias para alcanzar un reconocimiento de incapacidad»

La concejal Mila del Campo con la presidenta de Afibur, Laura Pascual, y la trabajadora social, Vanesa Bustamante, presentan la campaña de sensibilización sobre fibromialgia.

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Burgos

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Sensación de quemazón. «Son puntos calientes en el cuerpo que te tiran y te queman». Sensación de frío «por todo el cuerpo pero, especialmente, en las piernas». Sensación de hormigueo «como si te están raspando las articulaciones». Sensación de descarga eléctrica «cuando te levantas y te quedas como bloqueado». Sensación punzante del dolor «muchos, por todo el cuerpo y en cualquier momento del día». 

Son las cinco sensaciones comunes en los pacientes diagnosticados con fibromialgia y dolor crónico y parte de la campaña de sensibilización que Asociación de Fibromialgia y Astenia Crónica Burgalesa (Afibur) y la concejalía de Sanidad del Ayuntamiento de Burgos han puesto en marcha. El objetivo «demostrar a quien padece fibromialgia que no están solos, que está la asociación que ponemos a su disposición los pocos recursos que tenemos para ayudar», explica la presidenta de Afibur, Laura Pascual.

Aunque la patología que se caracteriza por sufrir dolor generalizado las 24 horas al día durante todo el año que «afecta a nivel cognitivo como falta de memoria y concentración» requiere de una atención globalizada y especializada. «Llevamos años reclamando una unidad de referencia en Castilla y León porque no tenemos ninguna o que se nos derive a otras comunidades», manifestó Pascual. Solo hay un hospital específico en Cataluña.

Las demandas sobre el reconocimiento de una enfermedad se centra en una atención global pero, también, que se incluya en un solo informe todas las dolencias que permita valorar la fibromialgia para lograr un reconocimiento de incapacidad. «Contar con todo en un mismo informe, y no solo uno pequeño por cada dolor, permite que pueda valorar una incapacidad parcial o total porque consideramos que es una enfermedad incapacitante», reconoce la trabajadora social de Afibur, Vanesa Bustamante.

Aunque para ello se necesitan equipos médicos formados y una atención mutidisciplinar. «Queremos que se atienda de forma global, que los profesionales tengan la formación adecuada para atender a estos pacientes a nivel físico, cognitivo y psicológico». De la misma manera reclaman que el paciente reciba atención por especialistas pero, también, por psicólogos, nutricionistas o terapeutas ocupacionales que «puedan abarcar toda la patología de un paciente con fibromialgia y dolor crónico».