Nuevas movilizaciones agrarias a partir de diciembre si el Gobierno no mueve ficha
La Asociación de Agricultores y Ganaderos Unidos de Burgos denuncia que la situación del sector «sigue igual e incluso peor» y secundará las protestas previstas a nivel nacional
De poco o nada parecen haber servido las multitudinarias protestas de agricultores y ganaderos que, desde el pasado mes de febrero, paralizaron todas las ciudades del país. El sector salió a la calle, exhibió músculo y puso sobre la mesa una serie de reivindicaciones que a día de hoy no se han materializado. De aquellas manifestaciones surgieron asociaciones totalmente desligadas de las organizaciones profesionales agrarias (Opas). Ahora, una veintena de ellas forman parte de la Unión Nacional de Asociaciones del Sector Primario Independientes (Unaspi). Su objetivo, si el panorama no varía, es retomar las movilizaciones a partir de diciembre.
Salvo que el Ministerio mueva ficha, la Unión de Agricultores y Ganaderos Unidos de Burgos (AGU) secundará las protestas que se convoquen a finales de año. Así se lo han hecho saber seis miembros de la asociación este jueves a la Subdelegación del Gobierno tras entregar un comunicado que recoge las principales demandas del sector. Por ahora, no se ha establecido un calendario aunque resulta evidente que no se llevará a cabo una acción puntual. Serán muchas y en escalada hasta que la voz del campo se escuche y tenga en cuenta en las mesas de negociación.
Burgos
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Diego Santamaría
«La cosa sigue igual e incluso peor», lamenta el presidente de AGU Burgos, David Martínez, aludiendo a la Ley de Restauración de la Naturaleza que, a su juicio, afecta de lleno al sector. Según denuncia, «el suelo ocupado por casas, carreteras, parques eólicos o solares no hay que restituirlo. Solo donde hay trigo, cebada, manzanos o pastos».
No es el único frente abierto del sector primario ni mucho menos. Mientras la inflación sigue campando a sus anchas, la competencia desleal desde terceros países impide a los agricultores competir «en igualdad de condiciones». En este sentido, Martínez señala que las «normas desiguales» en lo que a trazabilidad se refiere continúan sin corregirse. Por otro lado, desde AGU también se hace hincapié en que el Gobierno debe rebajar el nivel de protección del lobo, tal y como establece Bruselas, pese a votar en contra en el Consejo Europeo.
La soberanía alimentaria es otro pilar que sustenta las protestas (pasadas y futuras) del campo. Sobre dicha cuestión, Martínez critica abiertamente la proliferación masiva de parques eólicos y fotovoltaicos en tierras de cultivo. «No les mueve luchar contra el cambio climático, les mueve ganar dinero a costa de lo que sea», aduce en referencia a las multinacionales a las que «se concede utilidad pública» en detrimento de las producciones agrícolas y ganaderas. Su conclusión, dadas las circunstancias, es que «sin energía no podemos vivir, pero sin alimentos menos». Por no hablar de que una mayor dependencia del exterior en esta materia conllevará «más problemas para cumplir la reciprocidad en las importaciones».
Por todo ello y mucho más, AGU se sumará a las protestas que se convoquen por todo el país. Después de que varios de sus integrantes participasen en los cortes de pasos fronterizos el pasado mes de junio en Francia, lo que se busca es ampliar el radio de acción más allá de España para que «se legisle a favor de los agricultores y no se escuden falsamente en normativas europeas».
Mientras tanto, la «unidad de acción» alcanzada en Burgos entre los agricultores independientes y las Opas continúa «activa». Por ello, Martínez espera contar con el respaldo de las delegaciones provinciales de Asaja, UPA, COAG y la Unión de Campesinos de Castilla y León (UCCL) si el Ejecutivo central no mueve ficha.