La Unidad de Corta Estancia ahorra 1.271 ingresos en el HUBU en un año

Un enfermo crónico con más de 60 años, que se agudiza frecuentemente, o un paciente anciano frágil con patología no compleja. Son los dos tipos de pacientes que han vuelto a beneficiarse de la Unidad de Corta Estancia del servicio de Urgencias del Hospital Universitario de Burgos (HUBU).

Se trata de un servicio por el que rotan los 400 profesionales que prestan atención sanitaria en Urgencias hospitalarias del hospital de Burgos, que cerró durante la pandemia de Covid pero que se reabrió hace más de un año. «La pandemia nos obligó a replegar el servicio, pero volvimos a recuperarlo poco a poco y esta Unidad de Corta Estancia retomó su actividad el 19 de abril del año pasado», explica el coordinador del Servicio de Urgencias del HUBU, Vicente Priego Martínez.

El ingreso en esta unidad, alternativa a la hospitalización convencional, está indicado para los pacientes que requieren un ingreso inferior a tres días con lo que se quedan en Urgencias sin necesidad de habilitar una habitación en planta en el hospital. La unidad disponen de ocho camas y una atención constante las 24 horas con la facilidad de acceso a pruebas que tiene un servicio como el de las urgencias hospitalarias.

Se trata de una «unidad costo efectiva». Es decir tienen un beneficio para el paciente «reduce el impacto de hospitalizaciones largas especialmente en el paciente anciano frágil». Pero también supone un ahorro de gestión. La Unidad de Corta Estancia reduce 1.271 estancias en el hospital. Si el coste medio de ingreso por día es de 475 euros, la media de ahorro que genera la Unidad de Corta Estancia puede alcanzar los 600.000 euros al año. «Al ser unidades costo efectivas tienen un gran apoyo de la gerencia y de la dirección médica, el retraso en la reapertura de nuestra unidad de corta estancia fue debido a la falta de recursos humanos en el servicio de Urgencias después de la época covid» apunta la responsable de la unidad y de formación, docencia e investigación del servicio de Urgencias, María Pilar López Díez.

El unidad es un área más de Urgencias por el que rotan los equipos, formados por un médico, enfermera y auxiliar. Se trata de una «alternativa a la hospitalización convencional para patología aguda no compleja o para optimizar los ingresos de patología crónica que se agudiza frecuentemente». Se trata de la única unidad de este tipo operativa en la red de hospitales de Castilla y León. «En el Hospital del Bierzo y en el de Soria tenían algo parecido antes de la pandemia, pero con una organización diferente, pero ahora mismo somos los únicos en activo», explica. Salamanca está pendiente «aunque primero tienen que adaptarse al nuevo hospital», señala Priego. En el Clínico y Río Ortega tampoco se han podido desarrollar. «Hay unas necesidades estructurales, de espacio y también de personal», señalan.

90% de altas

Del total de pacientes que pasan como máximo tres días ingresados en la Unidad de Corta Estancia, el 10% se derivan a un ingreso interno por «una mala evolución o por un diagnóstico diferente ». El 90% son datos de alta con muy buenos resultados en términos de revisita y rehospitalización que avalan la seguridad de esa estrategia de tratamiento. En el primer año de actividad tras la reapertura, es decir, de abril de 2023 a abril de este año, se han ingresado 613 pacientes en estas ocho habitaciones de hospitalización ubicadas en urgencias.

La cifra es ligeramente inferior al ritmo que tenía el servicio antes de la pandemia. «Estamos empezando a rodar y se ha incorporado al servicio personal muy joven tenemos una media de 30 años entre los facultativos, con lo que requiere una formación especifica especialmente en identificar los casos que pueden derivarse a esta unidad», señala jefe de recursos humanos, gestión y calidad de Urgencias, Leopoldo Sánchez Santos. De hecho todo el equipo de Urgencias se mantiene en constante formación mediante sesiones clínicas para la actualización de protocolos, y fomentan la colaboración y formación de residentes de último año en Medicina de Familia. «También ha rotado personal externo de Valladolid y esperamos contar con más y atraer personal, especialmente enfermeras que es de lo que no encontramos», explican desde Urgencias del HUBU.

67 años de media

Los pacientes que pasan unos días en la Unidad de Corta Estancia tienen una edad media de 67 años y hay más mujeres entre los ingresos de personas entre 75 y 90 años pero son más hombres en los menores de 75 años. Las afecciones que más se ven son complicaciones puntuales de infecciones respiratorias, infecciones urinarias, insuficiencia cardíaca y enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC).

La estancia media de los pacientes es de 2,96 días, es decir, menos de las 72 horas marcadas como tope. En la hospitalización convencional esta media sube a entre siete y diez días. Y este es el gran beneficio, especialmente, en el paciente anciano frágil. «Es el gran beneficiado de este tipo de ingresos cortos porque tiene una menor pérdida de funcionalidad y se reducen las complicaciones que se generan tras un ingreso largo», apunta López Díez. Los estudios calculan que un paciente pierde el 10% de su masa muscular tras siete días de ingreso hospitalario. Algo que con la edad se agudiza. Si la hospitalización se alarga a 15 días se puede perder un 30% de peso muscular «y es algo que no es fácil de recuperar», señalan los especialistas.

Otro de los beneficios para el paciente es que se les permite traer cosas que «les ayude a no desconectar como el reloj de su mesilla, su manta, un libro, referencias que tengan de su casa para que no se desorienten». También para las familias. «Al ser médicos de Urgencias tienen un doctor de referencia y un servicio de atención y seguimiento las 24 horas del día lo que genera tranquilidad para los familiares con quienes tenemos una relación estrecha». Porque la ventaja es que al ser urgencias un servicio de 24 horas los siete días de la semana el alta se puede gestionar en cualquier momento o en fines de semana.

Es una unidad a la que muchos quieren volver cuando se les habla de un reingreso, la realidad es que hay un criterio muy claro de selección de pacientes: deben padecer patologías no complejas, plantearse un alta en menos de 72 horas y estar en situación estable pero que precisa un ingreso.