El 65% de los pacientes que acuden a Urgencias no tienen dolencia urgente
El servicio de Urgencias del HUBU atendió 132.000 pacientes el año pasado, con una media de 400 consultas diarias «A todos se les ve y se les atiende, pero hay criterios de prioridades» y no es el orden llegada
El servicio de Urgencias del Hospital Universitario de Burgos (Hubu) incrementa la demanda en los últimos años. En 2023 se registraron 132.000 pacientes atendidos durante todo el ejercicio lo que deja una media que supera los 400 consultas diarias. Una cifra alta que obedece a la percepción del ciudadano de ser el lugar donde mejor van a ser atendidos pero que, en picos puntuales saturan el servicio hasta alcanzar horas de espera innecesarias si la dolencia puede atenderse en otras áreas sanitarias.
«El 65% de los pacientes que vemos no se corresponden a atención hospitalaria de Urgencias, se les ve, se les atiende, pero no es este el lugar al que deberían acudir», señala el coordinador del Servicio de Urgencias del HUBU, Vicente Priego Martínez.
Los datos reflejan que desde 2009 hay un aumento de la demanda asistencial en este tipo de recursos de atención 24 horas siete días a la semana y con todo el potencial de pruebas de un hospital nivel 3 como es el HUBU. «Creo que la gente no es consciente en Burgos de lo que tiene una capital de provincia de tamaño medio con un hospital de nivel 3 que menos cirugía cardiaca y torácica tiene todo, evitando desplazamientos ante un proceso complicado», explica Priego.
El problema ante el flujo intenso de demanda son las esperas. «Atendemos todo, si tienes un catarro y tienes que esperar seis horas, pues un infarto o un ictus o un trauma van por delante», recuerdan. El servicio de Urgencias cuenta con 400 profesionales que funcionan por equipos, es decir, médico, enfermería y auxiliar operan de manera conjunta. Además, cuentan con determinados «circuitos de atención prioritaria» conocidos como Código Infarto, Código Ictus, Código Trauma que «los pacientes que vienen aquí tienen que entender, somos médicos de urgencias, y hay cuestiones con mas prioridad, pero eso no quita que todo se ve», explica el coordinador de Urgencias.
Reconocen la dificultad de la atención porque, en ocasiones, síntomas leves, como dolor de garganta, puede ser algo más grave como un infarto. «No podemos permitirnos el lujo de equivocarnos así que todo lo que viene se ve, pero nuestro trabajo primero es garantizar a los pacientes mas graves que, además, pueden tener secuelas funcionales», explica la responsable de Formación, Docencia e Investigación del Servicio de Urgencias.
De ahí que los pacientes que acuden con síntomas de patologías que pueden verse en el Punto de Atención Continuada (PAC) de Atención Primaria, del Divino Valles, o deberían ser vistos en consulta sufran demoras en los picos de demanda del servicio de Urgencias. «Los ictus, los infartos o los politraumatismo s que si no se atienden en tiempo y forma puede quedar secuelas, todo lo demás, es demorable, se ve pero tienen que esperar», sostiene Vicente Priego.
No existe una derivación directa a Atención Primaria porque «nunca sabes, sin ver a un paciente, la dolencia pueden venir por un catarro pero ser otra cosa, entonces se ve todo». Añade el jefe de Recursos Humanos, Gestión y Calidad de Urgencias, Leopoldo Sánchez, que «la urgencia genera mucha angustia al paciente y a los familiares, y a veces son cosas banales que cada uno lo vive a su manera».
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En cuanto al personal reconocen que han pasado momentos críticos, después de la pandemia, pero que ahora «hemos conseguido atraer nuevo personal con facultativos jóvenes que nos permite tener un servicio con una media de edad de 30 años». Eso obliga, también, a forzar la formación, actualización y adaptación a servicios específicos de la unidad como puede ser la Unidad de Corta Estancia o el servicio de Toxicología.
Esa sabia nueva permite, también, adaptarse a los cambios de demanda de la sociedad que los facultativos con más experiencia empiezan a notar. «Antes la gente joven no iba al médico, ahora vienes aquí y ves chavales de 17 años que vienen a Urgencias y es algo que antes no se veían, nuestra sociedad cambia y nosotros nos tenemos que ir adaptando a lo que hay», puntualiza el coordinador del servicio. También defienden los cuadros de prioridad en la atención «estamos consiguiendo unos niveles de recuperación que ya son perceptibles en la calle ahora si tienes un Ictus, con la metodología de atención que ya se aplica, a penas quedan secuelas visibles», apuntan.
El problema en lo que es la captación de personal que tiene ahora el Servicio de Urgencias del HUBU es el de atraer al personal de enfermería. «Si con los facultativos que tenemos, asumimos el servicio, nos faltan enfermeras, nos quedan por cubrir y hay problemas para encontrarlas», advierte Vicente Priego.