El grado de Piloto de la UBU triplica su número de alumnos y ya suma 28 países

«El cielo es el límite y juntos estamos listos para alcanzarlo». Toda una declaración de intenciones por parte de Ana María Lara, directora del grado en Piloto Comercial de Pasajeros y Mercancías de la Universidad de Burgos (UBU) durante la presentación del curso 2024-2025. Con una treintena de alumnos procedentes de 28 países diferentes, se constata la excelente acogida de una titulación  «muy importante para la Universidad y para la ciudad», tal y como ha señalado el vicerrector de Formación Permanente, Francisco Javier Hoyuelos, que encara su tercera promoción triplicando el número de estudiantes. 

Ocho alumnos el primer año y 15 el segundo. Y un tercer curso en el que, además, se ha incrementado la presencia femenina. También el número de futuros estudiantes españoles y europeos, lo que para Hoyuelos supone una gran noticia porque amplifica el papel de Burgos como «referente» formativo en el ámbito de la aviación. 

Pese a tratarse de un «camino exigente», la directora del grado no ha dudado en asegurar a los alumnos que su futuro, «brillante» si se esfuerzan, estará «lleno de recompensas». De igual manera, ha celebrado la «diversidad» latente entre el estudiantado tras sentenciar que «la aviación, como el mundo, no tiene fronteras». 

También daba la bienvenida a los aspirantes a piloto el director comercial de la escuela de aviación FlyBy, Pedro Carlos Pavesi, poniendo de manifiesto el «talento» y «determinación» necesarios para culminar este grado de manera exitosa. Por ello, ha animado a los estudiantes a «dar la mejor versión de sí mismos» a base de «trabajo duro».  

Hoyuelos, por su parte, ha querido agradecer las «facilidades» brindadas, desde el principio, por parte de la dirección del aeropuerto de Villafría. Y lo mismo ha hecho con el Ejército, Policía Nacional y Guardia Civil por permitir que los alumnos accedan a sus bases para conocer in situ cómo se manejan los helicópteros. 

Finalmente, el vicerrector de Formación Permanente de la UBU ha dedicado unas palabras de recuerdo a Stella Wonschik, la joven de origen alemán que falleció el pasado 18 de septiembre, en plenas prácticas, después de que la avioneta en la que volaba se estrellase en la localidad palentina de Abia de las Torres. «El sueño de Stella era volar», remarcaba parafraseando a la madre de la alumna, mientras alentaba a sus compañeros a «perseguir vuestros sueños».  

Tampoco se ha olvidado de enviar un «fuerte abrazo» a Ashif Forhad, el instructor que resultó gravemente herido a raíz del accidente, deseándole una pronta recuperación. Y aunque esta tragedia sigue muy presente en el grado, se ha dirigido de nuevo a los estudiantes con la esperanza de que «ese hecho lamentable no os haga perder la ilusión».