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Aguas de Burgos mejora los puntos de desbordamiento ante lluvias extremas

El objetivo de la intervención en la red de saneamiento es mejorar la calidad de las aguas que se vierten a los cauces de la ciudad en episodios de precipitaciones. En el futuro se construirán tanques de tormentas

Dos trabajadores de Aguas de Burgos en uno de los puntos de aliviadero de la red, bajo el parque de la Isla y junto al Arlanzón.TOMÁS ALONSO

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Burgos

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Aguas de Burgos está inmersa en el trabajo de mejorar la calidad del agua que se vierte a los ríos Arlanzón, Vena y Ubierna en episodios de lluvias importantes que provocan desbordamientos desde las redes de saneamiento unitarias y desde las redes de pluviales. Con esta tarea se conseguirá cumplir con las nuevas normativas vigentes (como la modificación de la Ley de Dominio Público Hidráulico), que marcan un camino a seguir a los municipios en materia de mejoras medioambientales.

Este es uno de los proyectos más relevantes que se han emprendido en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, financiado por la Unión Europea con el PERTE Ciclo Urbano del Agua con el proyecto Digitaguabur, según explica el gerente de la sociedad municipal, Antonio García Pastrana, que recuerda que se obtuvieron 8 millones de euros. Además, en el plan quinquenal de inversiones que va de 2024 hasta 2028, dotado con 55,6 millones de euros, la mitad del presupuesto, unos 24 millones de euros, están destinados a mejoras de saneamiento, depuración y puntos de alivio.

«Tenemos tres fases de trabajo diferenciadas en lo que se puede considerar un plan integral de saneamiento de toda la ciudad, que esperamos que se note en una mejora sustancial de la calidad del agua que va a los ríos», indica.

Así se encuentra la red de saneamiento en uno de los puntos de desbordamiento al río Arlanzón, en la capital burgalesa.TOMÁS ALONSO

La primera parte del trabajo ha sido localizar, inventariar y catalogar todos los puntos de alivio de la red de Burgos al medio. A través de este trabajo se ubicaron 25 puntos correspondientes a la red unitaria, que son los espacios donde se mezclan las aguas residuales con las de lluvia y otros 160 de la red de pluviales.

Los más antiguos de la ciudad se corresponden con los 25 puntos mencionados que, a la vez, son los considerados «críticos» y, por tanto, donde primero se está actuando. A través de obra civil, se han acondicionado, con la construcción de arquetones y mejoras en los puntos de acceso para, a continuación, instalar equipos de medición de los episodios de alivio y para implementar, en una siguiente fase, medidas para retener los sólidos y flotantes que transitan por las tuberías de aguas residuales. Cuando se complete esa segunda parte, se conseguirá que las aguas que se vierten al río en episodios de lluvia sean de mayor calidad, como marcan las normativas nacionales y europeas anteriormente comentadas.

En las zonas más nuevas de la capital burgalesa se encuentran los otros 160 puntos de alivio, donde ya se construyeron redes separadas para la lluvia y para las aguas fecales. En los últimos meses, se ha actuado sobre los 25 puntos de la red unitaria y otros 16 estratégicos de la red de pluviales, en total 41. Está previsto que este octubre finalice la instalación de los equipos de medición «Se podrá conocer en qué momento empieza a aliviar cada colector, durante cuánto tiempo, así como la cantidad que alivia y acaba llegando a los cauces», concreta Mirian Fernández Lara, directora técnica de Aguas de Burgos, que añade que «se medirán diversos parámetros para conocer con qué calidad se incorpora el agua que es mezcla dela de lluvia y de fecales al medio».

García Pastrana, por su parte, indica que la última modificación del Reglamento del Dominio Público Hidráulico insiste en el control de los puntos de alivio de las ciudades.

En esta imagen se ven los dispositivos de medición que informan sobre la situación del aliviadero ante la entrada de agua de lluvia.

La sociedad municipal dispone ya del diseño de las actuaciones que serán necesarias en la segunda fase y que consistirá en la instalación de rejas y deflectores en esos puntos de desbordamiento que limiten el paso de los elementos sólidos a los cauces de los ríos.

Esta línea de actuación se ha combinado con la nueva licitación del mantenimiento e inspección de la red de alcantarillado, en la que el nuevo adjudicatario tiene encomendada la tarea de limpiar los puntos de alivio cada vez que se produce un episodio. «Como los vamos a tener monitorizados, cuando se produzcan se generará una orden de trabajo para actuar en la limpieza», comenta García Pastrana.

Cada vez se detectan más a menudo episodios de «lluvias extremas» en la capital burgalesa, solo hay que fijarse en la pasada primavera y también en este recién iniciado otoño lluvioso, como asegura la directora técnica. De ahí, la importancia de actuar sobre las redes para controlar los vertidos al medio. Según añade, «es necesario adaptar nuestras infraestructuras para que sean capaces de soportar esos momentos».

Uno de los puntos de desbordamiento al río Arlanzón, en la capital burgalesa, en las cercanías del parque de la Isla.TOMÁS ALONSO

Tanques de tormenta

A las dos fases comentadas, le seguirá una tercera que tiene su importancia, ya que permitirá dotar a la capital de tanques de tormenta en determinados sitios, es decir, grandes depósitos que permitirán recoger el agua de lluvia y evitar que vayan de manera directa al medio. Según la explicación del gerente de la sociedad, «cuando acabe el episodio se irá reincorporando poco a poco a la red de saneamiento para llevarla a la depuradora donde será tratada». Se trata de tanques automatizados que están en fase de diseño y que se añadirán al único que existe en estos momentos en la capital, ubicado en las cercanías de la Estación Depuradora de Aguas Residuales, que seguro que se ampliará.

El proyecto Digitagubur está permitiendo sufragar una parte importante de los costes de las dos primeras fases «que nos permite no repercutir estas inversiones en tarifa». Todo lo que tiene que ver con la tercera fase se va a incluir en el proyecto que Aguas de Burgos presente a la siguiente convocatoria de fondos europeos y que se va a llamar ‘Webur+’.

Todavía no se han abierto los plazos por parte de las instituciones europeas, pero desde la sociedad se trabaja con previsión para ir diseñando las actuaciones que marcarán el futuro a medio plazo.

Las novedades que ha traído consigo la modificación de la Ley de Dominio Público Hidráulico han elevado las exigencias en materia del control de los desbordamientos a medio. Hasta ahora era una cuestión con la que no se contaba, pero las ciudades tienen que transitar en esa línea de mejora que no será la única. Como especifica el gerente de la sociedad, está prevista una modificación de la Directiva de Tratamiento de Aguas Residuales Urbanas. «Se va a incidir no solo en estos episodios de desbordamiento en momentos de lluvia, sino en una mejora en la calidad del agua tratada en la depuradora, siendo más exigente en los límites de nutrientes, en el fósforo y en el nitrógeno que se puedan incorporar a medio», sostiene.