Semana Internacional Lactancia Materna
Joyas de leche materna, atrapar la esencia de un momento único
Ada rodríguez lanza el próximo 21 de octubre, desde Burgos, Áureatienda. Vende kits de forma on line para convertir unas gotas de leche materna en una joya «única y duradera» y crear «una red de recuerdos y empatías»
Todas las madres que apuestan por la lactancia materna saben que es una historia muy personal. Cada una lo vive a su manera, pero es un proceso de conexión con el bebé único. Así lo fue para Ada Rodríguez Mercado. «Yo no tuve mucha leche, pero siempre quería seguir adelante, los pediatras insistían con la fórmula, pero yo quería seguir, me costó dos mastitis y, con el tiempo, me sentía una luchadora, era mi lucha, y quería conservarlo, plasmarlo de alguna forma», cuenta.
Se encontró con un kit de elaborado de joyas de leche materna «demasiado caro y como muy frío y pensé que se podría cuidar más este producto y hacerlo a un precio acorde», cuenta. Aprovechó su experiencia en e-commerce para dar forma a esa idea empresarial que surgía mientras solidificaba escamas de sus últimas gotas de leche materna.
Así nació Áureatienda que, desde su perfil de Instagram y con las primeras interacciones y el boca a boca ya ha tenido las primeras solicitudes. Pero Ada quiere crear una «red de recuerdos y empatías». Busca algo más que vender una caja con las instrucciones para obtener tu propia joya de leche materna. «Yo cuando hice el mío y vi mi kit y lo probé fue como un disgusto, no traía conservante, venían materiales que no eran del todo buenos para los precios desorbitados que pedían y al final mi joya se ha puesto un poco amarillenta así que pensé en mejorar le proceso y la fórmula para nuestro proyecto y darle un poco de mimo».
«He luchado mucho con mi lactancia y quería conservarlo en una joya pero lo que me encontré era muy caro, muy frío, quería convertirlo en una experiencia única»
Dicho y hecho, con una amiga química han conseguido que la joya que surge de solidificar las gotas de leche materna sean más duraderas y se englobe en todo un proceso que se convierte en una experiencia. «La idea es poder enviar el kit y que cada mamá pueda realizar el proceso por si misma, como una forma de cerrar el proceso de la lactancia o de conservar ese momento único que está viviendo o se lo podemos hacer», explica.
El proceso de solicitud del kit, que se comercializa por 40 euros, 25 en una oferta de lanzamiento, se puede realizar desde el 21 de octubre. Se acompaña con unos discos desechables de lactancia o una gargantilla en color oro o plata y dos enganches. Y un acompañamiento desde la distancia. «Me gusta que cada una me cuente su historia, porque al final es como hacer una comunidad de experiencias y me gusta, además, me permite emitir un mensaje de apoyo en una de las tarjetas porque es una caja donde quiero trasladar mucho cariño», explica.
Burgos
«Optar por lactancia materna o artificial debe ser una decisión particular de cada madre»
Virginia Martín
Para Ada el momento en el que su hija ha rechazado el pecho «fue difícil pero es como cerrar una etapa que quieres mantener y conservar con el cariño que la viviste y es lo que quiero trasladar en el kit». Por eso además de la tarjeta ella acompaña en todo el ritual de transformar todo lo que significa la lactancia materna para una madre en una joya única y personal con un proceso de instrucciones diseñado con mimo, como todo el kit.
El proceso suele llevar en torno a cuatro días. Antes de iniciar el proceso recomiendan secar la leche. De esta manera se incorpora un frasco con un poco de conservante que ayuda a que la joya resultante se pueda conservar en buen estado durante mucho más tiempo. «Es algo que estuvimos probando mucho hasta dar con el método correcto». Ese conservante se mezcla con la leche de la usuaria y se coloca sobre un pequeño papel de cebolla o de horno. Se deja reposar durante dos días al aire libre o 1 hora al horno. «En las pruebas que yo he hecho lo mejor es dejarlo al aire en un proceso de secado natural, pero si se hace al horno tiene que estar un ahora y media con la puerta abierta», explica.
Una vez que la leche se ha secado se crean una «especie de escamas que vas desmenuzando con los dedos», añade. Ese pequeño polvo de leche materna es con el que empieza un proceso que «cada mamá vive como un momento único». De esta manera la propuesta de Áureatienda es «buscar un lugar tranquilo, poner tu música favorita, disfruta de una bebida calentita, porque es un momento para tí». Y empezar a atrapar las sensaciones de la lactancia materna.
Del papel de horno la leche materna se desgaja ya solidificada como escamas. «No hacen falta herramientas, ni mortero, con los dedos de las manos se desmenuzan de manera muy sencilla», explica. Una vez que la leche se ha transformado en polvo llega el momento de aplicar la resina con la que se obtiene la mezcla. Se realiza en el depósito A donde debe reposar «para evitar que queden pompitas que es aire que no beneficia la conservación de la pieza», señala. Después se coloca la mezcla en el recipiente B donde se mezcla con el endurecedor. Se vierte una pequeña cantidad y se deja reposar unos cinco minutos.
Esta mezcla ya está lista para colocar en los moldes. Se incopora gotas, corazones de diferentes tamaños. Tiene que estar 48 horas en un molde. Y después con el engarce podrás conservar la magia de la lactancia materna en forma de colgante, de oro o de plata.
«Esta es la fórmula para que una misma pueda realizar este proceso mágico y con mucho cariño», explica Ada. Como relata en las instrucciones que acompaña en el kit «lo que tienes en tus manos no es solo una joya, es un pedacito de tu historia, un reflejo de amor y dedicación, llévalo contigo como un tesoro».
Los primeros kits de Aureatienda empezarán están listos y siguen trabajando en perfeccionar la mezcla. Ya tienen demanda. «Sí que el boca a boca hace que se hayan generado pedidos aún sin abrir la tienda». Trabajan en pigmentos naturales en blanco y le han llegado pedidos que no tienen que ver con lactancia: sangre, mechón de pelo o flores de bautismo. «Habrá que analizar el proceso, lo tendremos que estudiar». Aunque la filosofía es tejer una «red de recuerdos y empatías» en torno a un momento único.