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Semana Internacional Lactancia Materna

Madres de la Leche, veinte años de apoyo, estudio y defensa de la lactancia

El grupo ha sido un salvavidas para cientos de madres que se iniciaban en la lactancia y una referencia que ha observado el cambio en estos años. «Es apoyo madre a madre»

Una concentración en la Plaza Mayor da el pistoletazo de salida a los actos de la Semana de la Lactancia Materna de Madres de la Leche.OSCAR CORCUERA

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Burgos

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Lo que empezó con un taller de masaje para bebés se convirtió en un salvavidas para cientos de madres burgalesas que afrontaban la lactancia materna con muchos problemas y la crianza de los hijos con muchas inquietudes. «No fue algo premeditado, empezamos con Begoña Gil Casado que inició un grupo de masaje infantil y nos reuníamos una vez por semana, al terminar la última reunión pensamos ¡qué vamos a hacer ahora! Habíamos hecho un grupo muy majo y surgió la idea de crear Madres de la Leche», recuerda María José Varona, que fue su primera presidenta.

Recuerda los nombres de los que lo hicieron posible. Ana Simón, Maribel Corbacho, responsable de promoción de la salud en la delegación territorial de Sanidad o su director Juan Carlos Acosta. «Fueron un gran apoyo». Con el tiempo llegó Elba Chapero. «Si no hubiese sido por Elba, con un trabajo constante siempre en segundo plano, quizás no hubiéramos celebrado este aniversario con los relevos en la junta directiva», cuenta Varona.

Este año los tradicionales actos de la Semana Internacional de la Lactancia Materna han arrancado con una cita en la Plaza Mayor. Y seguirá con encuentros y charlas de primer nivel que han llenado instalaciones como el Teatro Principal, Cajacírculo o San Agustín. «Hemos traído a los mejores ponentes en la materia para la gente pero también por formación nuestra y generaba mucho interés, recuerdo una que, como para las charlas teóricas ofrecíamos un servicio de cuidado al menor, nos tuvimos que poner nosotras porque la demanda se sobrepasó y al final me la perdí junto con otras compañeras porque el servicio de cuidado infantil que teníamos se sobrepasó», recuerda Elba Chapero.

Siempre han tratado la maternidad y la lactancia desde el respeto. «Al principio nos tenían por hippies, radicales... Pero siempre hemos estado para escuchar y ayudar a todas desde el respeto», explican. La dinámica de trabajo consiste en una reunión personal con cada mamá para saber qué le pasa. Después del apoyo constante, 24 horas los siete días a la semana en cada duda o problema para evitar que se convierta en un mundo. También hay reuniones con otras madres. «Empezamos con una reunión al mes al final fueron dos en horario de mañana o de tarde y, por ejemplo, la pandemia nos obligó reinventarnos y creamos el grupo de WhatsApp que si se convirtió en una locura y paramos en 350 miembros porque era imposible de gestionar con más», explica Chapero. O adaptar las charlas con lenguaje de signos al contar con Aransbur como colaboradores.

Las reuniones presenciales volvieron tras el covid pero «la pandemia nos ha hecho mucho daño». Aún así congregan a unas 12 personas entre madres, bebés, padres, abuelas... «Lo mejor la asistencia del entorno o incluso los cuidadores si la madre se va a incorporar al trabajo, eso es una garantía de éxito», señalan. También recomiendan venir embarazadas para afrontar con conocimientos sus primeros momentos de lactancia con el bebé. Pero ademas de enseñar, el grupo de Madres de la Leche de Burgos es «un grupo de apoyos madre a madre donde te puedes desahogar ante los retos de la maternidad, la crianza de los hijos y donde hay muchos miedos, demasiados consejos de terceros y muchos mitos en un momento en el que estamos muy sensibles y vulnerables», cuenta Varona.

Tampoco han tratado de sustituir o entrometerse en el ámbito sanitario. «Hemos llegado a ser referencia en el ámbito de la lactancia pero desde el respeto, nunca quisimos ser sustitutos del ámbito sanitario sino complementarios: los profesionales sanitarios se encarga de lo patológico o problemas de salud y nosotras llegamos más a lo emocional, al acompañamiento», sostiene Chapero. De hecho muchas llegan desde el Centro de Salud.

«Yo encontré la asociación buscando masaje infantil para mi hija, mis inicios de lactancia fueron unas grietas bestiales, fui a una charla y fue sentarme al lado de María José, mi salvación», explica Ana. Para Noemí, madre de tres, el grupo «fue un apoyo en todos los sentidos, me ayudó muchísimo porque la lactancia de mi primer hijo fue muy dura, siempre me hizo daño, tuve bloqueos y aprendí muchísimo», recuerda. Repitió lactancia con otros dos. «Pero cuando fueron creciendo empezó el apoyo de la crianza, en el grupo nos preguntamos de crianza, vacunación, es un grupo de apoyo en todo y ahí he conocido a mis mejores amigas, el grupo ha hecho mi vida mucho más rica en este momento», cuenta emocionada. Para Ana Gutiérrez estas reuniones son positiva porque «se aborda la lactancia y este tipo de crianza basado en el respeto y disciplina positiva que ofrecemos de manera gratuita y ahora en Burgos hay otras opciones iguales de socias que han aprendido en la asociación y hoy lo ofrecen pagando».

El grupo está presente en la Comisión de Lactancia Materna del HUBU. Reconocen que las cosas «han cambiado mucho en estos 2o años, igual que la sociedad pero se han asumido muchas de nuestras reivindicaciones como la lactancia a demanda, el piel con piel o normalizar mamar en lugares púbicos», sentencian. Entre las socias hay relevo. Este año se han dado de alta 30 y cuentan con una media de 250 socias. Entre las decepciones el Banco de Leche en el hospital de Burgos para el que reunieron 2.500 firmas en 2007. «Se nos ha escapado a Valladolid, al menos recogen leche de madres ingresados en neonatos», lamentan.