La División San Marcial lidera desde Burgos el ejercicio militar TORO 24 para operaciones de alta intensidad
Estas maniobras tienen como objetivo reforzar la capacidad de mando y control en operaciones de alta intensidad, esenciales para los compromisos de la OTAN en Europa del Este
El Cuartel General de la División San Marcial, con sede en Burgos, lidera la dirección del ejercicio militar TORO 24, una de las maniobras de mayor envergadura para el Ejército de Tierra en España que se está llevando a cabo en la provincia y en otros puntos de España. Este ejercicio, que finaliza este sábado y que se ha prolongado durante diez días tras meses de planificación, tiene como objetivo reforzar la capacidad de mando y control en operaciones de alta intensidad, esenciales para los compromisos de la OTAN en Europa del Este.
El ejercicio TORO 24 permite a las unidades participantes mejorar su preparación e interoperabilidad, cumpliendo con los requerimientos de la Alianza Atlántica en el contexto de despliegues avanzados. En este marco, el Puesto de Mando de la División Castillejos coordina las operaciones, integrando elementos clave del Mando de Apoyo a la Maniobra, el Mando de Canarias y la División San Marcial.
La operación se desarrolla simultáneamente en distintas ubicaciones de España, como Burgos, Huesca, Almería, Las Palmas, Madrid, Mahón, Zaragoza y Valladolid, lo que evidencia el alto nivel de coordinación y la complejidad en comunicaciones e información.
En el acuartelamiento Diego Porcelos de Burgos, bajo el mando del General Jefe de la División San Marcial, cerca de 200 militares dirigen las actividades del ejercicio. Entre las unidades desplegadas se encuentran el Cuartel General Terrestre de Alta Disponibilidad de Valencia y diversas brigadas de Canarias, Madrid, Almería y Zaragoza.
Un centro de transmisiones del Batallón de Transmisiones III/21, procedente de Castrillo del Val, refuerza las comunicaciones tácticas en Burgos para garantizar el soporte de información necesario para la operativa.
La organización del ejercicio plantea situaciones que exigen a los puestos de mando poner en práctica los procedimientos para la conducción de operaciones, así como la recopilación y uso de información, el control y ejecución de fuegos de artillería y apoyo aéreo, y la logística y atención sanitaria. Todo esto se desarrolla en un entorno simulado lo más realista posible, permitiendo a las unidades entrenarse bajo condiciones controladas que se alinean con los objetivos de adiestramiento establecidos.
La función de la División San Marcial en ejercicios de esta índole subraya la relevancia continuada del Cuartel General en Burgos ya que se beneficia de la experiencia acumulada en anteriores etapas.
El entrenamiento constante de las unidades del Ejército se convierte, en sí mismo, según explican desde la División, en un factor de disuasión, siendo esta una de las principales estrategias de la Alianza en el actual panorama de seguridad geoestratégica internacional.