Burgos sigue entre las provincias con la tasa de paro más baja del país

El verano le sienta bien al empleo. Frente a provincias muy ancladas en el turismo, como Baleares, o provincias con un problema más grave de despoblación, Burgos se mantiene en una baja tasa de paro. El tercer trimestre del año no es para menos. No es la más baja de la Comunidad, esa etiqueta se va a Segovia, Soria y Palencia, pero si es la primera entre las provincias de Castilla y León con mayor actividad y población.

La tasa de paro alcanzó en verano la cifra de 6,47%. Esto supone un descenso de 20 décimas frente a la foto del paro del trimestre anterior y supone alejarse del dato de hace un año. En el verano de 2023 la tasa de paro en la provincia fue del 6,82.

Le superan Segovia, la primera con un 5,56, Soria, Palencia, Guipúzcoa y Baleares. La provincia está entre las diez provincias con una tasa de paro más baja, una posición que no es estacional porque se mantiene durante los últimos trimestres. Aunque el dato positivo tiene un perfil más masculino que femenino. Entre ellos la tasa de paro baja hasta el 5,13, es de las mas bajas del país. Entre ellas la tasa escala hasta el 8,04 y ya no esta en el ranking de las diez áreas del país con la tasa de paro femenino más baja.

La tasa de actividad es, por otro lado, especialmente alta aunque con el mismo sesgo de género. El 57,69% de la población está en situación de actividad y casi el 54% tiene un puesto de trabajo. En mujeres cae ligeramente. En hombres la tasa de actividad es de 63,08 mientras que mujeres cae a 52,45. En cuanto a la de ocupados en ellos roza el 60 mientras que en ellas baja a 48.

En números totales el paro aún afecta a 13.900 burgaleses al cierre del tercer trimestre del año. Esta cifra es ligeramente superior a la registrada antes de empezar el verano cuando se contabilizaron 13.000 parados pero supone un descenso del 17% respecto a hace un año cuando la EPA atribuía a Burgos la existencia de 16.800 desempleados.

Lo que gana Burgos es población y, además, activa que crece casi tanto como la ocupada. Es decir, hay más burgaleses empadronados, la mitad de los nuevos vecinos están en edad de trabajar y prácticamente todos están ocupados.

En cifras, la EPA calcula una población mayor de 16 años de 311.000 personas lo que supone un incremento de 13.300 vecinos en la provincia. La población activa, aquella que está en edad de trabajar, se situó en verano en 179.500 personas. Son 6.700 más que antes del verano y 6.300 más que un año atrás. La población con un trabajo, ocupada, se cifra en 167.800 personas, la cifra supone un incremento de 6.000 ciudadanos en verano y 7.400 respecto a cómo termino la temporada estival de 2023.

En esta buena coyuntura laboral suben las personas que desean reengancharse al mercado laboral. Entre los 13.900 parados hay 2.300 que buscan un empleo por primera vez o un trabajo después de más de dos años sin un empleo. Esta cifra de personas que buscan empleo por primera vez o son parados de larga duración que vuelven a intentarlo o personas que dejaron su trabajo por las tareas del hogar y quieren volver a trabajar fuera de casa es la que más ha crecido. Son un 53% más que antes del verano y se dispara frente a hace un año en el que 500 personas estaban en esta situación.

De ahí que la cifra de inactivos no haya bajado exponencialmente en el último trimestre. Ha pasado de 135.800 personas antes de empezar el verano a 131.600 después. Son principalmente jubilados o pensionistas (81.200) que crece en 1.800 personas. Sube también ligeramente las personas que pasan a dedicarse a las labores del hogar, 23.100, son 1.700 más que en junio. Se desploman los que están en situación de inactividad por dedicarse al estudio. Se ha pasado de 27.400 personas en junio a los 19..800 de este verano. La cifra es ligeramente inferior al cierre del verano de 2023. También caen las incapacidades permanentes que se sitúan en 4.300, 300 menos que en junio.