«Tenemos que salir, hay jóvenes que no conocen el comercio local»

Patricia Gil es la nueva cara visible del comercio del centro histórico. Es la nueva presidenta de la Asociación de Comerciantes Centro Burgos que aglutina a comercios del casco histórico, centro y zona sur. Unos 300 establecimientos. «Solo llevo diez años, hay mucha gente con más experiencia que yo, pero hay que dar el paso, ser valientes y defender un comercio local que es un buen comercio y el gran desconocido para una generación», lamenta. Por eso quiere que desde la Asociación los comercios despierten y se activen. «Tenemos que salir de nuestra zona de confort, tenemos que salir a la calle porque hay una generación de jóvenes que no nos conocen, que no saben lo que es el comercio local y de proximidad», lamenta.

Hace diez años puso en marcha su establecimiento de moda joven ‘People&Co’ y cuenta con las mismas tres empleadas de entonces. «Ahora una de ellas se jubila, es que en un comercio como los nuestros buscamos personal con experiencia y continuidad porque se busca estabilidad», defiende frente a otras ofertas que disparan las cifras de trabajadores pero detrás hay contratos cortos, a personas muy jóvenes y con una alta rotación.

Recuerda que cuando empezó, en 2014, con la crisis económica pegando zarpazos a la cartera de los ciudadanos, todo el mundo se sorprendía. «Me decían que abría en el peor momento, pero bueno hemos trabajado mucho, hemos luchado mucho y seguimos en pie», explica. Por eso no tira la toalla ante los retos que afronta el sector del comercio y del equipamiento de la persona. 

«Nuestros competidores son muy grandes, las cadenas, pero internet nos hace mucho daño». Frente a estos gigantes las tiendas tienen que salir, darse a conocer y ofrecer algo más. «Tenemos un buen producto, un trato individualizado porque asesoramos, mostrémoslo», apunta. Para quienes son nativos digitales y solo compran en internet apuesta por «ofrecer algo más, experiencias, salir a la calle, darnos a conocer».

Para ella ha sido significativa la última edición del espacio de Moda de la Federación de Empresarios del comercio, Mobu. «Durante el desfile había público que se sorprendía de las prendas que se veían en la pasarela, no sabían qué comercios eran, a alguna le dije hasta la calle, eso no nos puede pasar».

De ahí que una de sus propuestas para el comercio local pase por «salir de nuestra zona de confort y ofrecer experiencias más allá de la compra como se hace en otras ciudades». De esta manera plantea que una tienda ofrece venta de su producto pero también sirve un café, se puede leer un libro o recoger paquetería para que «el comprador de internet pase por tu tienda y vea lo que tienes, hay que dinamizar nuestros establecimientos», señala. En esa línea enmarca, por ejemplo, la última edición de la Noche Abierta en la que las tiendas acogieron actividades teatrales, sesiones de música electrónica con djs en vivo y desfiles a la puerta de los diferentes negocios para animar al máximo la experiencia de compra.

Plantea también que se muestre a los niños y jóvenes en centros educativos e institutos o los propios padres lo que es la tienda de toda la vida, lo que es un mercado de abastos, porque, asegura, lo desconocen. «En los comercios de proximidad conoces al cliente y a su familia, la ves crecer, y ese caramelo que te daba el carnicero de toda la vida, que te ha visto crecer, se está perdiendo esa relación entre comerciante y cliente que tenemos que pelear por recuperar», reivindica. Algo que deben hacer antes de que el comercio que «hace ciudad, que te diferencia del entorno» desaparezca. Huir de la estandarización de las grandes cadenas que llegan e implantan comercios similares en cada ciudad en la que se instalan es otro de los retos a superar. «Es difícil, jugamos con todo en contra y necesitamos apoyo de la administración», explica. Y es algo que «nos beneficia a todos porque las calles bullen de actividad, no están abandonadas, y los bares y restaurantes se llenan».

De ahí que remarque la necesidad de una reunión con responsables municipales para abordar la crisis abierta por el cobro de la tasa de ocupación de vía pública que algunos comercios han recibido con carácter retroactivo. «Necesitamos tratar en una reunión con el concejal de Comercio, Hacienda y la alcaldesa la situación, que no puede volver a pasar que se vuelva a cobrar de una tasa sin avisar a los negocios afectados y buscar una solución».

Esa misma falta de comunicación es la que ha echado en falta con los bonos al consumo. «No ha habido reunión para plantear desde el comercio, como afrontar la campaña, que época es idónea, en algún momento no sabíamos si iba a haber o no», reclaman. Así que apunta que el comercio «necesita cariño, entendemos que la alcaldesa acuda a la inauguración de una gran superficie pero también se puede dar un paseo por el pequeño comercio que es el que hace ciudad y le da la personalidad propia que aun tiene el centro de Burgos», reivindica.