El Correo de Burgos

Del estigma a la dispersión. Las dificultades de la atención a la discapacidad en el medio rural

Fundación Centro Ocupacional Lerma y Cajaviva suscriben un acuerdo. La donación permitirá renovar el vehículo que realiza 200 kilómetros diarios para recoger a 12 usuarios. Tienen libres cuatro plazas

Firma del convenio entre el presidente de CajaViva Caja Rural, Jesús María Hontoria, y el secretario de la Fundación Centro Ocupación Lerma, Francisco Caro.

Firma del convenio entre el presidente de CajaViva Caja Rural, Jesús María Hontoria, y el secretario de la Fundación Centro Ocupación Lerma, Francisco Caro.SANTI OTERO

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La Fundación Centro Ocupacional Lerma es una entidad que trabaja para la integración personal y laboral de las personas con discapacidad psíquica de la comarca de Lerma. Un reto que muestra la dificultad de trabajar en la inserción y la formación para el empleo y la vida diaria de estas personas en el medio rural. El problema del estigma social en un entorno en el que todos se conocen y las distancias son un hándicap para la entidad. «Tenemos unas limitaciones presupuestarias por nuestras circunstancias que no nos permiten dar otros servicios como sí se puede en el medio rural», remarcó el secretario de la Fundación, Francisco Caro.

La entidad financiera CajaViva Caja Rural acaba de firmar un convenio con la entidad lermeña «con la esperanza que sirva para facilitar el trabajo que realiza esta fundación y que es necesario, aún más si cabe, en el medio rural», señaló el presidente de la entidad financiera, Jesús María Hontoria.

La aportación, más de 7.500 euros, tienen un destino claro: el transporte de los 12 usuarios del centro ocupacional que están dispersos por hasta siete localidades de l a provincia. «Lo más probable que se destine a la renovación de la furgoneta porque realiza unos 200 kilómetros diarios para ir a buscarlos a su domicilio y esto es algo que compromete gran parte del presupuesto», explica Caro.

El estigma social en el medio rural si existiendo. Una barrera que, cuando se rompe, cambia todo completamente.Caro relata la situación de un usuario que, al fallecer su padres y vivir solo con su madre, ya mayor, fue su hermano que viviendo en Barcelona, le instó a acudir al centro. «No quería venir, ahora no se va ni cuando hemos dado días por traslado, tanto es así que vino a ayudar», explica. Otros incluso jubilados siguen acudiendo, aunque ya no a elaborar productos porque no trabajan, pero es su rutina. Aún así las reticencias siguen. «Hay personas que podrían venir pero su entorno no quiere, se resisten de alguna manera», explica.

Y es que el trato es cercano, en espacios conocidos y con la misma gente. «Es un entorno que conocen, donde todo les es familiar y les genera más tranquilidad porque es como un funcionamiento familiar», explica. La entidad es conocida por sus cestas de mimbre que arrasaron en la edición de las Edades del Hombre que acogió la localidad. «En aquella ocasión no vendimos más porque no pudimos hacer más, fue un éxito rotundo para todos». Y una ocasión para que los usuarios aplicaran todos los conocimientos adquiridos sobre elaboración de un producto, venta y gestión del dinero generado.

«El objetivo es prestar atención a las personas con discpacidad física con formación para su vida diaria con clases que van desde la escritura y las matemáticas a aprender a desenvolverse por ejemplo en su gestión financiera personal, les acompañamos en ir al banco y hacer sus gestiones», explica. En el ámbito producto cuentan con un taller de mimbre y también desarrollan objetos del ámbito textil gracias a una maquina donada a la entidad por la fábrica Elipse de María Luisa Navarro y que se ha complementado con la adquisición de otra nueva que permite bordados.

El reto ahora está en que los usuarios puedan alcanzar un estatus de independencia de sus familias en viviendas tuteladas. Un reto que persigue Fundación Centro Ocupacional Lerma ante el envejecimiento de familiares y usuarios. «Tenemos varios usuarios con padres mayores, con más de 85 años, y se nos plantea la necesidad de desarrollar viviendas tuteladas para estas personas que sus familiares son muy mayores o han fallecidos, es algo que queremos hacer pero está en estudio aunque contamos con colaboración del Ayuntamiento de Lerma y de una asociación más grande de Aranda»., explica Caro.

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