El Parral, en La Quinta: Patrimonio confirma a Ayala que no terminará las obras hasta julio

El Parral volverá a celebrarse en La Quinta en 2025, como ya anunciara este periódico. Así lo confirmaba la alcaldesa de la ciudad, Cristina Ayala, en la reunión mantenida el pasado lunes con Ana de la Cueva, presidenta de Patrimonio Nacional, organismo que gestiona esta propiedad y que asume desde hace meses unos trabajos de mejora que en ningún caso acabarán antes de julio del próximo año.

Despejadas, pues, las pocas dudas que el equipo de Gobierno tenía al respecto, los preparativos ya se enfocan en la ubicación temporal de la parte más popular de la celebración -la solemne se mantiene en el entorno del Monasterio de las Huelgas- que tanto éxito cosechaba en junio, con récord de asistencia incluido. 

El encuentro entre ambas partes discurrió de manera fluida y destacó la buena sintonía y el ánimo de colaborar de forma conjunta por el bien de la ciudad. Sirvió la cita para revisar las actuaciones previstas, que afectan en gran medida al arbolado. El proyecto, en concreto, plantea la plantación de hasta 400 árboles nuevos, además de un millar de arbustos, instalación de riego automatizado en todas las zonas, mejora de los paseos y de la iluminación, creación de nuevos circuitos y la puesta en servicio de nuevo mobiliario.

Los trabajos concluirán con la colocación de un cerramiento en los distintos accesos, lo que permitirá fijar horarios de apertura, evitar actos vandálicos y cerrar el recinto en caso de que las condiciones climatológicas obliguen a ello. En concreto, se habilitarán hasta siete puertas, de las que cuatro serán recreaciones históricas, y varios portones hasta completar el perímetro.

En la mencionada reunión también se abordó la próxima adjudicación de varios proyectos impulsados por Patrimonio Nacional en el entorno de Las Huelgas. En detalle, desde la institución se trasladaba a la regidora municipal la inminente contratación de la rehabilitación de los números 37-38 y 39 de la plaza del Sobrado, a concurso por segunda vez el pasado mes de agosto, tras un primer intento fallido de mayo. 

La empresa local Construcciones Ortega -única en postularse- acometerá esta obra, tal y como figura en la documentación publicada en la plataforma de contratación del sector público, por un importe de 1.119.397,01 euros más IVA. Tendrá un plazo de doce meses para materializar el proyecto.

La actuación en este espacio medieval anexo a las dependencias de la UBU contempla la demolición parcial y la recuperación de piezas constructivas destacadas de dos inmuebles sitos en solares contiguos y en un avanzado estado de deterioro. La idea de Patrimonio Nacional es ocuparse de la gestión de los inmuebles una vez recuperados. Sin embargo, tampoco se descarta que en el futuro pueda darse la gestión a través de un tercero, ya sea otra administración pública o entidad privada

También en breve se adjudicará el lote que aglutina la restauración de la torre del Hospital del Rey y la tapia de San Amaro, con las que la anterior intervención compartía nuevo intento, tras quedar ambas actuaciones desiertas. La Sociedad Mercantil Estatal de Gestión Inmobiliaria de Patrimonio (Segipsa) contempla firmar pronto el contrato con Itarq -firma también burgalesa, dedicada en su caso a la conservación y rehabilitación sostenible- que asumirá estas obras licitadas por 804.885,10 euros más IVA, tal y como figura en su oferta, la única presentada.

La restauración del muro de la singular ermita va mucho más allá del título e incluirá la limpieza del terreno, el desmochado de coronación y la regularización de la tapia, la demolición y reconstrucción de algunas partes, así como la eliminación de restos vegetales en bajantes, canalones o salientes. También se aprovechará para retirar y reubicar elementos ajenos al conjunto histórico, como cables o cuadros de acometidas, se rehabilitará la portada, con una limpieza profunda de la superficie y se revisará el mecanismo de la campana.

La actuación permitirá, de paso, solventar los problemas de accesibilidad de un enclave en cuyo interior, cabe recordar, permanece enterrado según la tradición el peregrino San Amaro, que dedico su vida al cuidado de los enfermos del Camino de Santiago.

En relación con la restauración de la torre de la iglesia del Hospital del Rey, «como elemento referente e identificativo del lugar», la intervención se extenderá a otros elementos singulares de la iglesia: el reloj, las campanas y los escudos. También incluye un nuevo acceso al coro y la rehabilitación de la cubierta del pórtico o atrio de entrada a la iglesia.

Ayala y De la Cueva también abordaron la renovación de la cubierta de la iglesia de San Antón, que estará finalizada para principios de 2025.