El turismo rural de Burgos cierra su mejor septiembre de los últimos 5 años
La provincia mantiene su liderazgo en Castilla y León y ya supera los 120.000 viajeros durante los 9 primeros meses de 2024. Buenas perspectivas para el puente de Todos los Santos, con una ocupación cercana al 95%
El bajón respecto al periodo estival es inevitable. Julio y agosto son los meses fuertes para el turismo rural, eso está claro. Sin embargo, los alojamientos de la provincia de Burgos han consolidado su mejor septiembre de los últimos cinco años tras recibir a 14.371 viajeros, casi un 3% más respecto al ejercicio anterior. De esta forma, son ya 121.180 personas las que se han alojado en casas u hoteles rurales durante los 9 primeros meses de 2024.
Tomando como referencia los datos recabados por el Instituto Nacional de Estadística (INE), se aprecia una tendencia al alza desde 2020, cuando el covid frenó en seco la afluencia de visitantes. Poco a poco, septiembre ha ido cogiendo fuelle hasta aumentar su número de viajeros en un 195% desde entonces.
En este último mes de referencia, el turista español continúa siendo mayoritario. Lejos de ser un factor estacional, es la norma que impera tanto en Burgos como en el resto de Castilla y León. Atraer al visitante extranjero sigue siendo una de las principales asignaturas pendientes. En cualquier caso, la provincia culminó septiembre con 11.956 viajeros de origen nacional y 2.415 procedentes de otros países.
Las cifras del INE también avalan el tradicional liderazgo de Burgos como destino preferente del turismo rural en la Comunidad. Tan solo Segovia y Ávila, con 11.074 y 10.409 visitantes, lograron hacer sombra a la provincia el mes pasado. No en vano, León consiguió albergar a un mayor número de viajeros foráneos (2.891).
«Los datos del INE son superiores a la percepción que tenemos nosotros», replican desde Turalbur
A nivel autonómico, el 85,6% de los 73.785 turistas contabilizados en septiembre fueron nacionales. En el caso de Burgos, dicho porcentaje se sitúa un punto por encima de la media. Sea como fuere, la provincia atrajo prácticamente a dos de cada diez viajeros, independientemente de su origen, entre finales de verano y principios de otoño.
Si hablamos de pernoctaciones, las cifras no son ni mucho menos para tirar cohetes. De hecho, se redujeron ligeramente en comparación con septiembre de 2023. Pese a todo, lo mismo da porque no se alcanzan -ni ahora, ni en cualquier otra época del año- los tres días de estancia media. En el resto de la Comunidad, tan solo Ávila, Palencia, Salamanca y Soria -llegando a los cuatro- lo lograron en agosto.
«Los datos son superiores a la percepción que tenemos nosotros», replica el portavoz de la Asociación de Turismo Rural de la Provincia de Burgos (Turalbur), Domingo Hernández, poniendo en duda que «muchos propietarios rellenen bien las encuestas». Más que nada, porque las cifras que recoge el INE no cuadran con las que maneja una entidad que ronda el centenar de asociados, un volumen lo suficientemente amplio como para ofrecer una muestra más que realista de la situación del sector.
No pone Hernández en tela de juicio el incremento respecto a las cifras prepandemia, pero sí que haya sido el mejor septiembre de los últimos años. De hecho, lo califica como un mes «mediocre», como suele ser habitual, dado que el comienzo del curso escolar reduce considerablemente el nivel de ocupación entre semana.
Con una media de ocupación media del 25% a lo largo de todo el año, desde Turalbur hacen hincapié en el «incremento paulatino de los costes de explotación de los alojamientos». No solo de la luz y el gas, sino también de los seguros. Aun con todo, Hernández asegura que «hemos subido los precios por debajo del IPC».
De cara al puente de Todos los Santos, las previsiones son bastante halagüeñas. Según el portavoz de Turalbur, se espera una ocupación media del 95%. De igual manera, diciembre pinta bien con un 90% ya asegurado de cara al puente de la Constitución mientras Nochebuena y Nochevieja auguran, por ahora, en torno a un 85%. Así pues, queda claro que las fechas señaladas «siguen funcionando», aunque nunca conviene confiarse porque pueden producirse, debido a distintas circunstancias, cancelaciones de última hora.