El mercado de flores de los Santos, una tradición que «va a menos»

A primera hora de la mañana la media docena de puestos de ventas de flores empezaban a recibir a los clientes más madrugadores. Llevan varios días a la puerta de los mercados de abastos (al otro lado del Mercado Norte provisional, alrededor del Mercado Sur y en el Mercado del G-9 de Gamonal). La afluencia de interesados en comprar es constante pero sin grandes aglomeraciones. «Esto ya no es como antes, hay gente si, pero traemos menos porque se vende menos es una tradición que se va perdiendo», explica el responsable del puesto Viveros Teofi. Viene desde Melgar de Fernamental con los centros más tradicionales marcados por crisantemos, claveles y margaritas. «Ahora más que en los Santos se piensa en Halloween y esas cosas, todo se está perdiendo»., lamenta.

Desde Navarrete, en La Rioja, vienen los vendedores de Gisela que arrasaban entre las clientas por su originalidad. «Tenemos un vivero allí vamos preparando un poco todo y traigo todo lo que entra en la furgoneta cada día», explica uno de los dependientes. A penas le queda género a las 13 horas de la mañana. «A las señoras les gusta porque son unos centros diferentes, al final eso buscas tener un producto distinto», señala. Como el resto de los puestos de flores reconoce que la venta va cada vez a menos. «La gente se va al centro comercial, aquí vienen las señoras son más bien las que vienen, las que mantienen la tradición», segura otra de las responsables de los puestos.

«Ahora no hay tanto panteón, tenemos que tener un poco de todo porque hay muchos columbarios y eso supone vender menos centros de flores y más ramos», explica otro de los dependientes.

Entre los puestos están Mariángeles e Isabel. «Venimos todos los años a ver un poco lo que hay». Estaban buscando «un ramo diferente». Ellas se dan un paseo por todos los puestos. «Al final buscamos un centro bonito pero que sea una flor que dure lo máximo posible», explica. Así, los centros con otras flores diferentes como los que tienen los riojanos ganan entre las clientas. «No importa tanto el dinero como que sea un bonito ramo que dure lo máximo posible», señala Mariángeles. Asegura que «aquí tienes los ramos ya hechos o el centro, que los hay muy bonitos, pero cuando quiero uno a mi gusto lo encargo en una floristería que me lo arreglan con las flores que quiero y como yo quiero un buen centro y grande».

Pero lamenta Isabel que cuando ha optado por uno grande, o unos árboles, desaparecen. «Yo he encargado centros en floristería y demás, pero es que ya no lo vuelvo a hacer porque desaparecen, llevé un pino y cuando volví al otro día, ya no estaba pensaba que se lo había llevado el viento pero no, lo habían robado», explica. Al lado otra señora asiente con la cabeza. Por eso se deciden por la compra de ramos o centros en estos puestos.

Entre las flores, hay algunas preferencias. «A mí, margaritas blancas, me encanta el blanco pero ya hay algunas combinaciones muy conseguidas». Margaritas, clavel, crisantemo y la eternas rosas. Son algunos de los clásicos. También algún lirio de varios colores: blancas, amarillas o rosas se reparten entre los puestos. Y cada uno tiene su significado.

El crisantemo es el más tradicional en estas fechas.Es una flor del otoño, de temporada, que da juego de colores y que, además simbolizan la eternidad y el respeto. El clavel también es uno de los más utilizados. Representa admiración hacia un ser querido, que se mantiene vivo el recuerdo y, también ofrece una conjugación de colores aunque los más comunes son blancos y rojos. Los centros con rosas también son muy habituales puesto que significan amor eterno y sincero. Y los lirios de agua, elegantes y sobrios, o los gladiolos que simbolizan la tristeza por la pérdida de un ser querido. A pesar de que la tradición se pierde poco a poco la fiesta de Todos los Santos genera entre el 15% y el 20% de las ventas de flor cortada de todo el año.

Toda esta amalgama de colores ya está dispuesta por los diferente nichos y columbarios por el cementerio. El horario del Campo Santo de San José para el 1 de noviembre es de 8 de la mañana a 19.30 de la tarde.A partir del día 2, Día de los Difuntos, el horario del cementerio se reduce de 8 a 18.30 horas durante el invierno hasta el próximo 31 de marzo.

Ante la avalancha de visitas que se viven durante este puente, el Ayuntamiento de Burgos ha habilitado un parking entre las parcelas aledañas al campo santo.Se refuerza la presencia de seguridad para reordenar el tráfico y en la avenida Caja Círculo, en sentido hacia la rotonda Juan Gil, se habilita un carril de entrada hacia el cementerio de San José y se refuerzan los viajes de autobús para facilitar el acceso sin vehículo. La misa central se celebrará hoy a las 12 del mediodía en el patio central del entramado de nichos.