Ayala: «Hemos entendido que era necesario volver atrás»
La alcaldesa confía en que la coalición continúe y aseguró que su rectificación cuenta con el respaldo de Mañueco y Gamarra, a los que llamó personalmente para informar de esta decisión
«Hemos entendido que era necesario volver atrás». Con esta frase y una calma llamativa, dada la tempestad, la alcaldesa, Cristina Ayala, daba a conocer la decisión tomada respecto a las ayudas a las ONG vetadas por Vox en el borrador del presupuesto de 2025.
Culminaba así el relato de unos hechos en los que se remontaba al duro trabajo que arrancó en verano para dar forma a unas cuentas municipales «imprescindibles para salir de los cuatro años de parálisis socialista». Dejaba ya entrever que la medida adoptada tras el clamor social contra del recorte a las entidades que trabajan con inmigrantes no iba a ser la de recoger el guante lanzado por el PSOE para abandonar a su socio de gobierno municipal «por su oposición a absolutamente a todo».
Nada más lejos. De hecho, mostraba su convencimiento de que, pese a todo, aun con el cambio de timón del PP, la coalición «no peligra». A su juicio la recuperación de la partida en entredicho «es de sentido común», indicó, para señalar que quizá su socio «no calculó el alcance de su propuesta» cuando planteó la supresión. En todo caso, Ayala estimaba que Vox valorará que un montante de 119.000 euros en ayudas no debe empañar «el proyecto de ciudad» que persigue el presupuesto pendiente de aprobación y que, «por supuesto, esa partida no puede quedar por encima de lo que es más necesario, lo que siempre está en la base, la convivencia pacífica, la tolerancia, un Burgos abierto, acogedor, que representa el trabajo de estas asociaciones».
Así, tras explicar que en estos últimos días, antes incluso de conocer el respaldo masivo -«y muy transversal», subrayó- a la concentración ciudadana en apoyo a Accem, Atalaya, Burgos Acoge y Cáritas, se multiplicaban los mensajes de desacuerdo con el veto de Vox acatado por el PP que llegaban a los oídos y los móviles de los concejales populares, Ayala apelaba a la «convicción» que en primera instancia les movió a incluir estas partidas en el borrador que trasladaron a sus compañeros de bipartito para dar marcha atrás. «Rectificar es necesario», zanjaba, convencida de que «todos los que me dieron su apoyo en las elecciones municipales así lo quieren».
Pronunciaba estas palabras en una sala de prensa abarrotada, y no solo de medios de comunicación. Todos los concejales del Partido Popular en el Ayuntamiento de Burgos, incluido el presidente de la Diputación, Borja Suárez, acudían a la cita para respaldar a la regidora y asentían aliviados al escuchar sus palabras. Poco o nada quedaba del gesto tenso permanente en los últimos días en el rostro de la portavoz municipal, Andrea Ballesteros, que incluso sonreía y, junto a sus compañeros de filas, prorrumpía en aplausos al término de la comparecencia.
Al apoyo manifiesto de su grupo habría que sumar, según la propia Ayala, el de los líderes regionales y nacionales del partido, con los que había contactado esta misma mañana tras tomar la decisión de recular, que trasladaba personalmente al presidente del PP de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco como a la secretaria general del PP, Cuca Gamarra, al entender que «podría tener consecuencias para el Ayuntamiento de Burgos». La respuesta de ambos reforzaba su cambio de postura: «Estaban convencidos de que era lo que tenía que hacer».
De vuelta a su relación con Vox, Ayala restaba importancia al encontronazo, que consideró «normal» al no ser un gobierno «monocolor» y aseguraba desconocer cómo iban a recibir sus socios a la enmienda que el PP presentará en la próxima comisión de Hacienda para rectificar las cuentas y reinstaurar la partida negada antes de que el presupuesto llegue al Pleno para su aprobación provisional.
Portazo al PSOE
Sea como fuere, y con el PSOE sin opciones, pues «solo saben vociferar y faltar al respeto a los concejales del equipo de Gobierno y a la alcaldesa», según Ayala, la alcaldesa quiso dar una de cal y una de arena a Vox y pese a insistir en su «convicción» de lo erróneo del veto a las ONG subrayó que, «con todas las diferencias ideológicas que existen, estamos más cerca de ellos en el proyecto que queremos para la ciudad». Eso sí, la primera edil se prepara para escenarios diferentes y reconocía que en caso de no obtener el apoyo que esperan al presupuesto planteará una cuestión de confianza.