Las ONG defienden la legalidad de su labor y celebran el paso atrás del PP
Muestran tranquilidad pese a las condiciones de Vox para recuperar sus ayudas: "Estamos muy acostumbrados al seguimiento que hacen todos los financiadores". Agradecen el apoyo de la ciudad: "Habló y se la ha escuchado. Rectificar es un ejemplo de responsabilidad"
"La ciudad habló y se la ha escuchado". Con estas palabras, pronunciadas por Nuria Revilla a modo de portavoz, las ONG locales Accem, Atalaya, Burgos Acoge y Cáritas daban por zanjada la polémica. Celebraban así el paso atrás dado por el PP para recuperar las ayudas que Vox exigía suprimir para aprobar el presupuesto municipal, medida acatada en un principio que ayer, tras el clamor social de los últimos días en desacuerdo con la decisión, la alcaldesa revertía. O esa es al menos la intención con la que los 'populares' enmendarán las cuentas en la próxima comisión de Hacienda, el martes 19.
Confían las entidades sociales en que salga adelante este trámite y poco o nada les inquietan las condiciones anunciadas ayer por Vox a este cambio de guion. Respecto a la exigencia de que todo el dinero recuperado -hasta 119.000 euros- se destine a inmigración "legal", Revilla señaló, contundente, que "nosotros no trabajamos con personas ilegales, trabajamos con personas y en beneficio de que estas sean ciudadanas de pleno derecho y puedan acceder a todos los servicios en las mismas condiciones que el resto".
Manifestaba así la tranquilidad de las agrupaciones y defendía su labor: "Vamos a seguir trabajando con la población más vulnerable. Trabajamos con los mismos fines y los mismos principios que establece la norma regional. Trabajamos conjuntamente con los servicios sociales municipales y atendemos el mismo perfil que ellos en la red de CEAS, en coordinación estrecha con estos para que toda la gente pueda salir adelante en una situación regular".
Tampoco temen la creación de la comisión de control que el portavoz de Vox, Fernando Martínez-Acitores, avanzó que reclamarían para fiscalizar el uso del dinero. "Somos extremadamente cuidadosos con los recursos públicos, siempre lo hemos sido y lo vamos a seguir siendo. Estamos muy acostumbrados al seguimiento que hacen todos los financiadores de nuestro trabajo y siempre hemos proporcionado los datos necesarios para justificar cada euro que gastamos. Tenemos nuestras propias auditorías, nuestros propios instrumentos de evaluación internos y externos", recordaba Revilla.
Aunque la trabajadora social de Burgos Acoge reconocía que desconocen los detalles del texto con el que la formación verde pretende limitar la recuperación de las ayudas para valorarlo en profundidad, confiaba en que en todo caso la decisión que se adopte "permitirá dar continuidad al trabajo que venimos haciendo hasta ahora".
Bien distintos eran los semblantes de los comparecientes a los mostrados hace apenas cinco días, tras la reunión mantenida con los representantes del bipartito. Una sonrisa relajada sustituía a la mueca de dolor con la que abandonaban el pasado lunes la Alcaldía, sin comprender del todo las razones de un recorte inesperado.
Un respaldo masivo "conmovedor y emocionante"
Comenzaba a gestarse entonces, sin ellos imaginarlo, una ola de solidaridad con su causa que ha resultado clave. "Agradecemos el clamor del miércoles pasado. Creo que fue una respuesta a lo que en los últimos años hemos construido juntos y juntas. Imaginábamos que la ciudad conocía el trabajo que llevamos haciendo en estos últimos 30 años, pero fue una sorpresa que estuviese tan interiorizado y que tantas personas lo vivieran como algo suyo. Fue conmovedor y muy emocionante", aseguraba Revilla, para reconocer que, logrado el objetivo, las entidades tienen "muchas ganas de recuperar el día a día".
La portavoz de las ONG coincidía con la alcaldesa en destacar la "transversalidad y pluralidad" del apoyo recibido y devolvían "públicamente y profundamente" el cariño expresado estos días por "personas particulares y organizaciones sociales, culturales, empresariales, educativas, sindicales y comunitarias".
Una ovación de los integrantes de las entidades sociales presentes en la comparecencia de sus representantes remataba la intervención de Revilla y se revelaba el símbolo del júbilo y el alivio reinante, con aroma a victoria.
Olga Aguilar, de Accem, Nuria Revilla, de Burgos Acoge, Jaime Burgos, de Atalaya, y Mario Vivanco, se abrazan después. Haciendo gala de la unión en la que la portavoz hizo también hincapié, pues desde que conocieron "por los medios de comunicación" que se iban a suprimir los convenios "nos pusimos a trabajar de manera común, en equipo, porque así lo venimos haciendo desde hace años".