El Correo de Burgos

Donaciones a una librería de Burgos para sustituir los libros infantiles engullidos por la DANA

La Silla Mágica logra en unos días recolectar cientos de títulos infantiles donados por sus clientes en Burgos. Una colección que ahora clasifican y que «vamos a hacer llegar directamente a las familias»

Arantzazu Suances y Sylvia Cernadas, las libreras de La Silla Mágica, con el material donado que llenaba el escaparate y parte de su librería.

Arantzazu Suances y Sylvia Cernadas, las libreras de La Silla Mágica, con el material donado que llenaba el escaparate y parte de su librería.

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En el Día de las Librerías, La Silla Mágica se solía convertir en una fiesta de ingenio. El mejor disfraz se llevaba premio. Un montón de mundos en los que sumergirse a través de un libro. La fiesta este año estaba teñida por los estragos que la Dana había realizado días antes en las localidades del entorno de Valencia. Nombres casi ajenos en este rincón de Castilla como Paiporta, Chiva o Algamesí nos mudaron el rostro. Perderlo todo en una tarde. Hasta la vida.

«Viendo todo lo que estaba pasando pensamos que teníamos que podíamos ayudar de alguna manera y, pensamos, en los niños a los que el agua y el barro había arrebatado todo, también sus pequeñas librerías», señala Sylvia Cernadas que junto con Aranzazu Suances gestiona la librería La Silla Mágica, ubicada en calle Monte Sano del barrio de San Pedro de la Fuente y Fuentecillas.

Un mensaje en sus redes sociales y el boca oreja convirtieron lo que fue una especie de necesidad de ayudas, en una colaboración intensa de todo el barrio. «Pensamos en que los libros de los niños estarán echados a perder, llenos de barro y pensamos en poder recibir donaciones de libros infantiles ya guardados para ellos», explican.

Durante dos días han recibido auténticos cofres del tesoro, repletos de libros adaptados a diferentes edades y comprensión lectora. Otras cajas llenas de libros y muchas bolsas. «Hay mucho material», explican las libreras especializadas en literatura infantil y juvenil. Se trata de un tipo de producto que acaba en un trastero porque los niños han pasado a ser adultos y tienen otro tipo de lecturas.

Aquí se depositan los primeros libros de lectura de muchos pequeños, hoy adultos, que se convertirán en primeras lecturas de otros niños hoy que les ayudará a escapar de un trauma gracias a las muchas puertas de otros mundos que abre la literatura .

«No sabemos cuantos libros hay, muchos, cajas enteras, ahora tenemos que organizarlo por edades para que, cuando lleguen a su destinatario correcto», señala Arantzazu Suances. Emocionadas ambas por la respuesta aseguran que «nos sentimos muy orgullosas de nuestros clientes, esperábamos respuesta pero no a este nivel». Ahora son varias las cajas que van llenando con todo tipo de libros desde prescolar, primeros lectores, desde clásicos a las series que se han hecho famosas en los últimos años sobre literatura infantil y juvenil.

Un material que no se destinará a grandes bibliotecas sino que busca instalarse en otra estantería de habitación infantil. «No queremos que vaya a instituciones como colegios, bibliotecas, creemos que ahí es la administración la que tiene que responder reponiendo lo que se ha perdido», explica. Por ello las cajas que ahora están montando y ordenando buscan que vayan directamente a los pequeños. «Queremos que vayan a las familias porque entendemos que lo urgente, lo prioritario ahora es reponer la despensa, los muebles, los electrodomésticos, todo lo que se ha perdido».

De esta manera, la librería se encargará de hacer llegar los paquetes de libro a quien se encarga de repartir la ayuda directamente entre los vecinos de las localidades afectadas. «Hemos estado mirando un poco quienes recogen y reparte la ayuda pero igual pensamos que se podría hacer llegar a las parroquias que trabajan sobre el terreno. El envío no es inmediato puesto que «ahora quizás sería saturar y mejor esperar, en un mes, cuando aquello esté más normalizado, se puede plantear el envío que, además, coincidirá con la logística que necesitan los Reyes Magos y Papá Noel», puntualiza Cárdenas.

Esta es una actividad que ambas van haciendo poco a poco, para poder cumplir con el objetivo de hacer llegar los mundos mágicos que esconden los libros a los pequeños valencianos que han vivido el horror de una tarde en el que la DANA lo cambió todo.

En las zonas afectadas hay ocho librerías que también lo ha perdido todo. En ellas se ha pensado en la celebración del Día de las Librerías el pasado lunes. De esta manera, desde la Confederación Española de Gremios y Asociaciones de Libreros (Cegal) han ofrecido a las entidades asociadas destinar un 5% de su recaudación para ayudar a las ocho librerías de las localidades de Valencia que han quedado destruidas por la Dana. Una iniciativa a la que se han sumado 262 libreros de todo el país.

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