El PSOE vuelve a tender la mano al PP para «echar a Vox» en Burgos y pactar un acuerdo de «mínimos»

Nada se puede dar por sentado en el culebrón protagonizado por el PP y Vox en el Ayuntamiento de Burgos a raíz de la polémica retirada -y posterior recogida de cable- de las ayudas tradicionalmente consignadas en el presupuesto municipal a tres ONG que atienden a población migrante en la ciudad. La tensión en el equipo de Gobierno se puede cortar con un cuchillo, sobre todo después de que los 'populares' rechazasen la propuesta de sus socios de destinar 119.000 euros -la cuantía a repartir entre Burgos Acoge, Accem y Fundación Atalaya- a otras áreas como Infancia, Juventud y Mayores. Mientras tanto, el PSOE observa los toros desde la barrera con la esperanza de que la alcaldesa, Cristina Ayala, rompa la baraja y se siente a negociar con su grupo. 

Mismo planteamiento el del portavoz socialista, Daniel de la Rosa, que el de hace un par de semanas. Lo único que cambia es el compromiso del PP de mantener las subvenciones a las ONG. Por lo demás, la pretensión del PSOE es que la regidora demuestre «altura de miras» y decida «echar a Vox» del Ejecutivo. Una vez dado ese paso, el acuerdo de «mínimos» debería incluir la total recuperación de las ayudas a la cooperación internacional recortadas a la mitad, que se retome el convenio con la Coordinadora de Memoria Histórica y la posibilidad de pactar al 50% la primera modificación de crédito de 2025. 

De momento, la aprobación inicial del presupuesto municipal figura en el orden del día del pleno de este viernes. Salvo que Ayala lo retire, todo apunta a que se producirá un arduo debate en el seno del bipartito. Y aunque pueden suceder varias cosas, desde una renegociación previa e in extremis que «no tendría mucho sentido» hasta una cuestión de confianza, De la Rosa prefiere no aventurarse pese a reconocer que la situación, ya de por sí, le parece «surrealista». 

Lo que sí parece tener claro el portavoz socialista es que el Partido Popular y Vox «no aguantarán el mandato». Pero «no porque no quieran», sino porque «van a verse obligados». Las órdenes, vaticina, vendrán desde Madrid. Y no desde Génova, sino por parte de Santiago Abascal y su núcleo duro. De hecho, De la Rosa está convencido de que el vicealcalde, Fernando Martínez-Acitores, no ha adoptado esta postura en relación a las ONG «por gusto». Sin embargo, no le quedará más remedio que «tensionar» la relación con sus socios de Gobierno aunque «tampoco quiere romper con el PP». 

Entretanto, desde el PSOE se da por sentado que Vox mantendrá su «política de chantaje» allá donde gobierna porque «necesita desmarcarse del PP» a base de «demostrar que son los más reaccionarios de la política española». No en vano, De la Rosa hace una lectura positiva de lo acontecido a raíz de la retirada de las ayudas y la multitudinaria concentración de apoyo a las ONG afectadas. Según le trasladó el propio José Luis Rodríguez Zapatero la semana pasada, el ejemplo de Burgos «tiene que trascender» para «ser capaces de trasladar lo que se ha conseguido». Al hilo de esta reflexión, el propio portavoz socialista asegura que, sin duda, este hito puede suponer un «punto de inflexión» a nivel nacional.