LOS NOMBRES DE ATAPUERCA
Rafa Nadal se retira, pero en Atapuerca siempre tendrá su lugar
Rafael Nadal acaba de cerrar su etapa deportiva. Su leyenda hace tiempo que empezó y, como Atapuerca, ha pasado al imaginario colectivo. ¿Qué une al icono deportivo del país con el puntero proyecto científico en evolución humana?
Rafa Nadal durante su despedida del tenis profesional.
Por anunciada no ha sido menos emotiva. Rafa Nadal ha dicho adiós a su etapa deportiva este lunes en los cuartos de final de la Copa Davis celebrados en Málaga. Antes de retirarse ya era un mito del deporte, ahora ya es un icono del buen hacer deportivo, del esfuerzo, la lucha... Y siempre tendrá su sitio en Atapuerca. ¿Quieres saber porqué?
Pues ambos iconos, el deportivo de Rafa Nadal, y el científico que es Atapuerca están unidos por una especie que, como el deportista, es única y Marca España. Homo Antecessor. Esta es la historia que une a ambos desde 2006:
Aquel año en Atapuerca se abría paso, de nuevo tras el sondeo de los 90, el nivel de Homo Antecessor. Dos décadas después de los primeros dientes y la cara del entonces Chico de la Gran Dolina. Entre los restos recuperados en la campaña de 2006 dos húmeros: ATD6 121, infantil, y ATD6 148, adulto. «Era la segunda incursión en los niveles de Homo antecessor que nos confirmaba la riqueza de este nivel que ahora hemos vuelto a abrir en extensión», explica el codirector de las excavaciones de Atapuerca, José María Bermúdez de Castro.
Este mismo año 2006, muy lejos de la Trinchera del Ferrocarril de Atapuerca, un joven consolida su trayectoria deportiva y su imagen de fuerza, responsabilidad y resiliencia en las pistas de tenis de todo el mundo. Rafael Nadal ya tenía una trayectoria consolidada entonces, hace 18 años. Se iniciaba la disputada rivalidad sobre la pista entre el tenista balear y Roger Federer. Ese año ganó cinto títulos en Dubai, Montecarlo, Barcelona, Roma y, cómo no, el Roland Garros de París.
Unos años después, Rafael Nadal seguía cimentando su extraordinaria carrera deportiva que este lunes ha dado por cerrada. Entonces, hacía 2014, la publicación del húmero ATD6 148 y la investigación sobre un resto que «sufrió una brutal carnicería», estaba al llegar. El codirector de las excavaciones de Atapuerca, José María Bermúdez de Castro, y la hoy directora del Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana (Cenieh), María Martinón, analizaban los pormenores del artículo mientras volvían de una estancia científica en China.
Rafa Nadal golpea una bola durante un partido de los juegos olímpicos celebrados en Beijing. Un vuelo desde China unió su nombre con Atapuerca
«¿Y si lo llamamos Rafa, en homenaje a Nadal?»
«María y yo veníamos de China en avión y, entre bromas y anécdotas, para aligerar las 12 horas de viaje surgió el tema del húmero», recuerda Bermúdez de Castro. «Era un húmero izquierdo muy robusto y le dije ¿Qué te parece si lo llamamos Rafa en homenaje a Nadal? El tenista era conocido por su saque y su fuerza y este húmero era musculoso como el de un tenista. Gustó la idea y convenció al equipo y así se quedó», recuerda el académico de la RAE.
El análisis del fósil se publicó en American Journal of Pysical Anthropology en 2014. El húmero más fuerte y más dañado de Atapuerca se convirtió oficialmente en Rafa. «Con los nombres pasa que algunos no enganchas, pero otros conectan mucho y esta pieza en concreto, tendría que mirar la nomenclatura científica porque para mí y yo creo que para el equipo de Atapuerca es Rafa desde entonces», sentencia el paleontólogo.
Rafa, el antecessor, tiene un húmero con inserciones musculares que determinan que «era un ejemplar muy robusto y con una gran musculatura». Como Rafa, el tenista. Entre sus caracteres anatómicos destaca una epífisis distal (El extremo del hueso largo) que tiene unos «rasgos sorprendentes» que acercan a antecessor a los preneandertales de la Sima de los Huesos y los neandertales. Se sustenta esa relación tiempo después con la prueba del algodón, la extracción de proteínas, pero ya se intuía en la morfología de los huesos.
El húmero Rafa forma parte de la exposición 'Las manos mágicas' que estos días puede verse en el Museo de la Evolución Humana.
«Fue una salvajada»
Aunque lo que llama la atención es el duro proceso de canibalismo que se realizó con este adulto de Homo antecessor. La pieza está «llena de marcas de corte». El hombre o mujer (no está claro científicamente) lo machacaron hace 900.000 años en un proceso de canibalismo brutal. «Fue una salvajada, lo partieron para sacar el antebrazo en fresco y lo sabemos porque presenta una rotura helicoidal característica de estos procesos», relata Bermúdez de Castro. Además recibió «un golpe brutal que incluso una esquirla del hueso se soltó y fosilizó con la pieza, se distingue perfectamente».
Una característica singular que puedes verla tu mismo. En el Museo de la Evolución Humana podrás ver este húmero que une a Rafa con Atapuerca en la exposición 'Las manos mágicas' que puede verse en la zona de exposiciones temporales del museo en Burgos.