SEGURIDAD VIAL
El radar rotará por Casa la Vega, carretera del cementerio, Sáez de Alvarado y junto al Plantío
El Ayuntamiento instalará en otoño cuatro cabinas elevadas para evitar actos vandálicos
El Ayuntamiento de Burgos está dispuesto a reducir el número de accidentes de tráfico en el casco urbano, que pasa de forma inevitable por el exceso de velocidad. En la actualidad, la ciudad cuenta con dos dispositivos -uno de ellos antiguo- para controlar la velocidad de los vehículos pero esta situación cambiará a lo largo del próximo otoño.
La Policía Local ha elaborado un mapa de puntos negros, con lugares susceptibles de ubicar un radar que rotará, y finalmente se ha decantado por cuatro vías donde irán unas cabinas en altura. El objetivo es evitar los actos vandálicos contra estos dispositivos, como ha ocurrido en el único poste existente de estas características, a la entrada y salida del túnel de Islas Baleares.
De la decena de emplazamientos que barajaba el Ayuntamiento, finalmente se ha decantado por la avenida Casa de la Vega, la calle Esteban Sáez de Alvarado, la carretera del Cementerio y la avenida del Arlanzón. Son vías donde la Policía Local suele colocar controles preventivos de velocidad, sabedor de que los vehículos circulan por encima de los 50 kilómetros permitidos y donde más infracciones se cometen.
Otras vías habituales para colocar el radar móvil son la carretera de Logroño, avenida de Castilla y León, Islas Baleares, Constitución, Francisco Salinas, carretera Poza o la ronda interior norte.
La Concejalía de Tráfico adquirió por 51.250 euros un cinemómetro a la empresa Cegasa, que incluyó como mejora la instalación gratuita de dos cabinas. Además, el área municipal de Servicios situará otras dos, para que como ya ocurre en otras ciudades el radar vaya rotando de forma periódica por las diferentes bases. De esta manera, el conductor se verá obligado a frenar unos metros antes de llegar a las cabinas, al desconocer si existe o no un dispositivo para controlar la velocidad.
La previsión inicial era colocar las dos primeras cabinas antes de verano pero la Policía Local estaba pendiente de que el área de Ingeniería Técnica comprobara si la fibra óptica llegaba a los puntos negros incluidos en el borrador, que ha elaborado el subinspector e inspector de Planificación y Recursos.
El poste en la calle Sáez de Alvarado, a la altura del número 34, era una reivindicación de los vecinos de la zona que habían reclamado al Ayuntamiento la necesidad de colocar un radar o pasos elevados para reducir la velocidad de los vehículos. Esta reclamación llegó después de que una mujer de 64 años falleciera atropellada en marzo pasado por un vehículo cuando pasaba junto a su marido el paso de cebra, a la altura de Hermanas Mirabal. Esa vía también ha registrado otros accidentes con peatones implicados.
La concejal responsable de Tráfico, Gema Conde, asegura que la colocación de estas cajas de radar para controlar la velocidad no responde a un afán recaudatorio sino que únicamente busca una mayor concienciación de los conductores que circulan por las vías de la capital. No en vano, reconoce que los radares estarán señalizados -tal y como marca la ley- y se alertará con un panel que la 'velocidad está controlada'.
«Toda persona que cumpla las normas de tráfico, que circule acorde a los límites establecidos en cada zona y no se salte los semáforos en rojo no tiene porque temer a este tipo de medidas. En cambio, supondrá un problema para los infractores», precisa Conde.
Además, la concejal de Seguridad Ciudadana anuncia que con el tiempo habrá nuevas cajas porque recuerda que «la ciudad es dinámica», lo que obligará a actualizar los posibles 'puntos negros' para instalar el radar.
La adquisición del nuevo cinemómetro se sumará al otro radar que está instalado en un coche patrulla y a uno más que es probable que se coloque fijo o se prescinda de él porque con cada cambio se descalibra.
Además, la intención del equipo de Gobierno es adquirir en el futuro otro radar de semáforo, capaz de grabar en vídeo y hacer una foto cuando el coche se salta el disco rojo. La memoria del año 2008 de la Policía Local recoge 309 infracciones por no respetar la señal de alto del semáforo.
Se trata de una medida que busca, entre otros motivos, reducir los atropellos de peatones. «Cinco peatones fallecidos al año es un número elevado y hay que buscar todos los medios para rebajarlo», precisa.