Nueve meses encarcelado
Como ingeniero técnico de Obras Pública, Luis Dueñas lleva trabajando en Ruanda desde 2005 para la empresa española Espina Obras Hidráulicas. A lo largo de estos años contribuyó a la construcción de infraestructuras de abastecimiento y depuración de agua de las que fue adjudicataria la empresa española. En marzo de este año fue encarcelado acusado de haber introducido en el país como cargamento libre de impuestos destinado a obras de infraestructura unas baldosas que acabaron en casa de un ministro ruandés, enfrentado a los actuales gobernantes. Luis fue detenido por la policía ruandesa y después condenado a una pena de tres años de prisión por un delito que en España sería una mera infracción administrativa. En Ruanda, en cambio, este malentendido con las baldosas derivó en una condena penal «a todas luces desproporcionada e injusta». Su internamiento en la prisión de Kigali, capital de Ruanda, ha estado condicionado por la evolución de su estado de salud ya que Luis padece una hipoglucemia crónica derivada de una afección pancreática que le obliga a medicarse y controlar la alimentación. Su estancia en prisión no facilitaba estas precauciones médicas de ahí la preocupación de su familia por sus condiciones físicas. Un compañero de la empresa en la que trabajaba se encargaba de hacerle llegar a la cárcel las medicinas importadas desde España y algún alimento con el que completar la magra dieta carcelaria. Así durante nueve meses en los que sus abogados, contratados por la empresa, trataron sin éxito de llevar adelante una apelación para lograr su libertad. Aunque la condena se redujo a un año de cárcel, que con el tiempo ya consumido en el penal de Kigali se quedaba en 4 meses más de internamiento. Finalmente tras la intervención diplomática fue liberado el día de Navidad.