El Correo de Burgos

Luis Dueñas: «Ni mi empresa ni yo merecíamos lo que nos ha pasado»

El ingeniero burgalés descarta regresar a Ruanda y volverá al trabajo tras la Navidad

Burgos

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N. VILLAMIL / Burgos

«Ni mi empresa ni yo merecimos lo que nos ha pasado en Ruanda», insistió ayer el ingeniero burgalés que estuvo encarcelado en la prisión de Kigali desde el pasado 24 de marzo, acusado de evasión de impuestos y corrupción. Aunque defendió su inocencia desde el principio no fue hasta la mañana del pasado 25 de diciembre cuando vio cumplido su deseo de quedar en libertad.

«Fue una sorpresa, sobre todo para mí, porque no me lo esperaba», relató ayer durante la recepción oficial que le brindó el alcalde en el Ayuntamiento. Allí contó cómo le indicaron que no comunicara a sus compañeros de prisión que había recibido el indulto y que «lo mejor fue cuando me dijeron que mi avión salía a las cuatro de la tarde». Aún conmocionado, apenas pudo expresar a su familia todo lo que pasó por su mente tras la noticia de la liberación.

«Lo único que se me ocurrió decir cuando les llamé fue que estaba fuera, a pesar de que tenía preparadas una serie de frases que había pensado con anterioridad, pero en el momento de la verdad, cuesta que salgan las palabras», explicó.

Vuelta al trabajo

Dueñas ha vuelto a casa por Navidad y está decidido a aprovechar las fiestas en compañía de los suyos. Una vez en Burgos ha optado por tomarse unos días de vacaciones hasta el final de las navidades. Después visitará la Fundación Jiménez Díaz en Madrid, en donde se realizará la revisión médica que tiene pendiente desde hace mucho tiempo, puesto que padece hipoglucemia aguda.

Después del chequeo se reincorporará a su trabajo en la empresa Espina Obras Hidráulicas. Aún sin adelantar cuál será su próximo destino, lo que sí confirma es que no volverá a Ruanda «y creo que mi empresa tampoco».

De vuelta a su ciudad natal, a la que ha encontrado «con otro aire» se ha visto sorprendido por el apoyo institucional y ciudadano que suscitó la petición de sus familiares para que le pusieran en libertad. «Nunca me había imaginado este apoyo, de tal cantidad de gente, lo mismo que en las páginas de apoyo por internet», confesó. Tras el boom mediático que ha suscitado su caso, este ingeniero burgalés desea volver a la normalidad lo antes posible y regresará a su puesto de trabajo «como si me hubiera ido de vacaciones», aseguró.

En su tercer día de estancia en Burgos pudo disfrutar de tradiciones propias de la tierra como el saludo del Obispillo desde el balcón de la Casa Consistorial y del coro de los Pueri Cantores después de la recepción oficial que le brindó el alcalde.

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