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De Gigantillos que cobran vida y tradición y color para evadir la guerra

La imaginación echa a volar en los relatos ganadores del Pregón Infantil. Leire González Durán, en categoría de 6 a 8 años, y Daniela Calvo, de diez años, que fue la pregonera infantil. Danzantes y Gigantillos volvieron a encandilar a los más jóvenes

Daniela y Leire acompañadas por las reinas y damas infantiles, el alcalde y el vicealcalde. SANTI OTERO

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Burgos

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El pregón infantil se está convirtiendo ya en una tradición. Tiene mucho de imaginación, alegoría y tiñe las fiestas de un blanco impoluto. El blanco de la inocencia y las ganas de pasarlo bien. Los más pequeños, y no tan pequeños, se agolpaban en la Plaza Mayor. Todos respetaban el círculo marcado por los Gigantones y Gigantillos que unen la tradición del pasado con la emoción de la niñez. Son emblemáticos para mayores y pequeños. En el Salón de Plenos, algo nerviosas y sin separarse ni un milímetro, las ganadoras de la cuarta edición del concurso de cuentos de las Fiestas de San Pedro y San Pablo que organiza la Hermandad de Peñas, Fajas y Blusas. 27 se presentaron en las dos categorías y estas dos historias resultaron ganadoras por su frescura, por su relación con la tradición y por su apego a la actualidad. 

La gente se agolpaba en la Plaza Mayor para escuchar el pregón infantil y ver el primer espectáculo en fiestas de danzantes, Gigantillos y Gigantones. SANTI OTERO

Leire González Durán ganó en la categoría de seis a ocho años con un cuento donde los gigantillos cobraban vida y vivían estos días festivos en carne propia y no madera como acostumbran. Se daban algo más que un baile. La pregonera, Daniela Calvo Pérez ha mostrado las fiestas como una forma de evadirse de las malas noticias. Un viaje imaginario de un grupo de niños ucranianos a Burgos, unas amigas dispuestas a enseñarles la tradición y la alegría de las peñas, de la cabalgata, de los gigantillos y gigantones, de las marionetas del colegio río Arlanzón y los fuegos artificiales con el color amarillo y azul que les identificaba aún más. Momentos de alegría y diversión con los que "quería hacer un cuento donde los niños ucranianos, que tanto están sufriendo, fueran protagonistas y me he centrado en eso". 

Salieron al balcón del Ayuntamiento, acompañados de la corte real infantil. Es decir, la Reina Infantil, Gadea Mayoral de Luis de la peña Fajas de Huelgas, acompañada por su corte: Ainhoa Alonso Sevilla (Peña Los Titos) y Vega Sáez Berciano (Blusas la Inmaculada). Además integrantes de toda la corporación municipal acompañaron a Daniela y Leire en la lectura que parte del público no supo respetar al completo. Pero un ejemplo de la Federación de Fajas y Blusas puesto que las dos ganadoras lo hicieron por su relato porque ninguna vive la fiesta en peñas. Daniela estudia en el colegio Virgen de la Rosa y Leire en el colegio Saturnino Calleja de Quintanadueñas. 

Antes de la lectura del pregón, las pregoneras y reinas y damas de las fiestas realizaron la inauguración oficial del nuevo territorio de los más pequeños. Islantia. Un mundo de color, juegos y malabares que se despliega durante las fiestas de San Pedro y San Pablo en el paseo de la Isla. "Hemos estado allí y está muy bien, hay que ir estas fiestas", explicaba Daniela. También participaron en la pieza teatral que se representó en el Paseo del Espolón y "nos han explicado la historia de las fiestas de San Pedro y San Pablo", señalaban. 

Danzantes y tetines en plena representación con los Gigantones y cientos de burgaleses de testigo. SANTI OTERO

Después de la lectura del pregón, fue el momento del protagonismo de los niños que están presentes cada día en los actos más representativos de las fiestas. Es la agrupación de danzantes y tetines que volvieron desempeñar su buen hacer, fruto de días de ensaño desde el mes de octubre hasta las representaciones más importantes que se despliegan estos días de junio. Paloteos, jota burgalesa, hicieron las delicias de grandes y pequeños.

Después llegaron los Gigantillos con su baile de Habanera y, después, una jota. Baile más difícil tienen los gigantones. Mover sus 80 kilos de peso no es tarea sencilla. Y en una de éstas el 'uy' seguido de los aplausos se pudo escuchar. El gigantón asiático estuvo a punto de perder el equilibrio. Todo quedó en un susto. La tradición de lso bailes de danzantes, Gigantillos y Gigantones se repetirán cada día de fiestas, como es costumbre. Ya lo saben los mayores, ya lo aprenden los pequeños.