Tres generaciones unidas por el rock & roll
Con cuatro décadas de trayectoria a sus espaldas, Leize celebra este sábado 24 de junio las fiestas de San Pedro en la plaza Nueva de Gamonal en compañía de Eslabon y A Sako / «Burgos es una plaza que siempre nos ha apoyado»
«Cuarenta años de rock dan para mucho y también para poco», comenta entre risas Toño Rodríguez, bajista y cofundador de Leize, a escasos días del concierto del sábado 24 de junio en la plaza Nueva de Gamonal con motivo de las fiestas de San Pedro y San Pablo 2023. Ni de lejos imaginaba, cuando la banda se iba caldeando en el local de ensayo allá por el 82, que su aventura musical daría tanto de sí. Pero vaya si ha dado, pese al parón a finales del siglo XX que duró casi una década, y vaya si sigue dando. El primer bolo de la gira, en Madrid, lleno sin despeinarse. Después, en Murcia, un «ambientazo tremendo». Y «exitazo» en Baños de Río Tobía (La Rioja) el fin de semana pasado. ¿Qué más se puede pedir?
«Algo habremos hecho bien», reflexiona Toño encantado de volver a Burgos, «una plaza que siempre nos ha apoyado». No hace mucho de la última incursión (febrero de 2022 en la sala Andén 56 junto a Vhäldemar), pero había ganas de repetir en una ciudad con la que «contamos cuando hacemos una gira». Además, los Leize compartirán escenario con Eslabon y A Sako, dos generaciones posteriores, libres de ataduras sonoras, que también hacen bandera del rock aunque su tirón no sea ni de lejos el de antaño.
«Cuesta que las nuevas generaciones encuentren algo goloso en el rock»
Habrá «buen rollo», vaticina el bajista euskaldun a sabiendas de que en la escena, por norma general, impera la camaradería. Y le reconforta saber que haya «savia nueva», con ganas de hacer ruido y alzar la voz frente a esta vorágine musical de usar y tirar en la que todo es efímero. Eso le apena, pero al mismo tiempo le reconforta saber que aún es posible parir «canciones imperecederas». En su caso, considera que todos esos temas que «la gente sigue cantando» y que no han perdido vigencia suponen un «valor añadido». Por desgracia, hoy en día «se tira mucho de la tecla» y «cuesta que las nuevas generaciones encuentren algo goloso en el rock».
Aún con todo, entre el público emergen de vez en cuando honrosas y esperanzadoras excepciones. Ver una madre con su hija, por ejemplo, siempre es una «buena señal». Y aunque la mayoría del respetable peine canas, la actitud prevalece frente a las modas pasajeras. Porque si más sabe el diablo por viejo que por diablo, los rockeros se las saben todas independientemente de la edad.
«Nunca nos vamos a quedar estancados»
«Siempre es especial tocar en las fiestas de tu ciudad, para tu gente», confiesa David Sendino, guitarrista de Eslabón ya curtido en esto de los Sampedros tras haber tocado en más de una decena de ocasiones con bandas como Doble Malta, Míster Machin o Send. Podría decirse que tiene el culo pelado, pero afronta el concierto del sábado con la misma ilusión que la primera vez. Por su experiencia, extensible sin duda al resto de sus compañeros, «siempre dicen que nadie es profeta en su tierra, pero no nos podemos quejar».
«Esta familia siempre está creciendo en cada disco y en cada concierto»
Con Loading aún fresco y su calurosa acogida en La Rúa el mes pasado coleando, Eslabon ofrecerá un «directo nuevo y con más potencia» para celebrar «un día grande». «Nos gusta evolucionar, nunca nos vamos a quedar estancados», afirma Sendino orgulloso de formar parte de una «familia» que «siempre está creciendo y madurando musicalmente en cada disco y en cada concierto».
También prometen dar el do de pecho los chicos de A Sako. Juventud e ideas claras, «trabajando muchísimo tanto en el presente como en el futuro» tras lanzar un aplaudido segundo disco que les ha puesto en órbita. «A la gente con la que hemos hablado después de los conciertos le ha gustado mucho el enfoque del grupo», cuenta su guitarrista, Iván San Miguel, ilusionado a más no poder ante el primer concierto de la banda en las fiestas de Burgos.
«Quién nos iba a decir hace cinco años que íbamos a estar tocando con Leize y Eslabon»
«Buscamos siempre evolucionar», señala a sabiendas de que, como «culos inquietos» que son, darán «una vuelta de rosca más» a su directo para que sea «todavía mejor» que el del pasado 17 de marzo, durante la presentación de Hasta que las voces griten, en el Andén 56.
«Quién nos iba a decir hace cinco o seis años que íbamos a estar tocando en Sampedros con Leize y Eslabon». Una «pasada», tal y como dice Iván, compartir espacio con los de Zarautz, «un grupo que ha marcado a una generación del rock y que sigue arrastrando gente». Y Sendino, que ya les conoce de haber coincidido alguna que otra vez, lo corrobora: «Es un placer tocar con una banda que ha influido tanto en el rock del Estado».