Las reinas de San Pedro 2024, más orgullosas que nunca de ser burgalesas

Soñaban con este momento desde que tienen uso de razón. Se veía en sus caras, en sus gestos, en el nerviosismo que entraña dirigirse a los burgaleses desde el balcón consistorial. Las reinas de las fiestas de San Pedro y San Pablo 2024 y sus respectivas cortes llegaron a la Plaza Mayor sintiendo el cariño de sus seres queridos y de todas aquellas personas que viven la proclamación como un ritual sagrado. Hay sentimientos que no se pueden describir con palabras, sobre todo cuando se recibe tan calurosa bienvenida.

«Burgos, por pequeña que pueda parecer, es una ciudad enorme que desborda tradición e historia en cada uno de sus rincones; desde las murallas que rodean la ciudad hasta nuestra querida Catedral», proclamaba Natalia Pérez, la Reina Mayor, antes de ensalzar esa gastronomía que «no deja indiferente a nadie» sin olvidarse de «nuestras jotas, patrimonio cultural inmaterial», que siempre pone de relieve «la identidad y pasión de todos nuestros pueblos».

«Burgos es grande por sus gentes, que abren las puertas y el corazón a todos los que la visitan». Con esta reflexión, la Reina Mayor quiso dejar claro que las fiestas de San Pedro permiten mostrar «con más fuerza que nunca el orgullo de ser burgalés». Porque es en estos días de «música, color y tradición» cuando se demuestra que «somos defensores innatos de nuestras raíces». De ello puede dar fe el «viento del norte», habitualmente presente para recordar que «no podemos dejarnos la chaqueta en casa».

Tenía Pérez mucho que agradecer. A su familia, a sus amigas y a su querida peña Antonio José por «confiar siempre en mí». Tampoco se olvidó de sus compañeras en «esta nueva aventura». Desde su elección a finales de abril, ha entablado una «bonita amistad» con Andrea, Carla, Bea y Alejandra; sus damas de honor. También con las niñas de la Corte Infantil (Vega, Carla y Amaya), que «ya se han hecho su hueco en nuestros corazones».

«El año pasado viví este momento desde ahí abajo y nunca me hubiese imaginado que hoy sería yo la que estuviese en este balcón», reconocía la Reina Infantil, Vega Sacristán, visiblemente emocionada tras asumir tamaña responsabilidad.

Orgullosa representante del Grupo de Danzas María Ángeles Saiz, al pie del cañón «apoyándome en un día tan especial», Sacristán dio las gracias a «todos los que habéis hecho posible que este sueño se haga realidad y me habéis dado la oportunidad de vivir esta experiencia única». Aparte de dedicar su proclamación a la familia, sus amigas y compañeros del colegio Isabel de Basilea, la Reina Infantil hizo una mención especial a su hermano Saúl. «Aunque siempre nos estemos chinchando, quiero decir que te quiero mucho tato», exclamó a viva voz.

El reinado acaba de empezar, pero Sacristán sabe de sobra que su Corte Infantil es la mejor posible. Conoció a Carla en las convivencias y no le cabe duda de que serán «amigas para siempre». Y qué decir de Amaya, con la que ha convivido prácticamente «desde que nacimos». Por otro lado, se dirigió a Natalia, Carla, Bea, Alejandra y Andrea: «Desde hoy tenéis tres hermanas pequeñas y sé que nos vais a cuidar muy bien».

Poco más que añadir tras dos emotivas intervenciones que pusieron de manifiesto lo que supone «representar a nuestra amada ciudad». Al son de los Gigantillos y con el Himno a Burgos poniendo la piel de gallina a todos los presentes, la Plaza Mayor inició la ansiada cuenta atrás para el pregón, en el mismo enclave, que dará comienzo a las fiestas de San Pedro 2024. La espera se hará especialmente larga para las reinas, que ya han demostrado con creces estar a la altura del cargo para el que han sido elegidas.