Brillante alternativa de Ismael Martín y un gran toro de Antonio Bañuelos
El nuevo matador salió a hombros junto a un Fandi que toreó a placer al excelente cuarto / Un trofeo para Manuel Escribano en una tarde de buenos tercios de banderillas y lleno en los tendidos
Ismael Martín tomó la alternativa en el Coliseum.
Llenazo y alternativa para abrir feria. Y un toro de nombre Burgalés de Antonio Bañuelos para hacer historia y ser base de la alternativa del salmantino Ismael Martín que se convirtió en matador de toros en esta plaza, después de veintiún años desde que Jarocho la tomase en 2003. Ayer Ismael Martín, vestido de grana y oro, volvió hacerlo con una actuación decidida desde el minuto uno. Y dos orejas en el primer toro de su carrera.
Dinámico, dispuesto, variado. A por todas Ismael Martín. Bullidor de capa, solvente y dominador del segundo tercio. Abrió faena por roblesinas en el tercio para ir cuajando una faena de enorme solvencia. Toro noble y con prestaciones y faena de seguridad y templanza, brillando más sobre la mano diestra. Se apretó en las bernardinas finales. Faena de no dejarse nada dentro. Buena estocada final. Dos orejas. Embaló la tarde.
Volvió a desplegar toda su ambición frente al sexto. Comenzó faena en los medios de rodillas y durante toda su labor mantuvo una actitud radiante y de una seguridad llamativa. No se amilanó cuando fue arrollado por el animal en el tramo final de su labor. Perdió un trofeo en este turno por el mal uso del acero.
El Fandi, con uno de los toros de la tarde.
La corrida de Antonio Bañuelos de buenas y variadas hechuras tuvo prestaciones y nobleza, con fondo y fijeza, del conjunto destacó el cuarto, un animal de clase suprema que embistió con una llamativa dulzura. Gran toro.
Al segundo toro, le banderillearon de forma brillante los tres matadores y de forma tan variada como contundente. El Fandi sacó en el último tercio todo su repertorio para exprimir a un toro con fijeza y buen fondo que terminó parado tras una lidia exigente. El granadino aseguró una oreja tras una estocada.
Sin embargo, lo mejor de El Fandi llegó frente al cuarto que fue un toro importante y bueno. Un gran toro. De hechuras y comportamiento. Animal noble, con clase y entrega en su embestida. Con fondo también. Académica lidia de El Fandi que banderilleó con brillo y criterio. La faena tuvo intensidad, ligazón y temple. Dulce embestida del animal. Y ligazón del granadino que le toreó con suficiencia, logrando muletazos de buena factura. La plaza se metió en su labor que tuvo momentos de poso. Se gustó El Fandi que toreó a placer. Un toro sensacional, ovacionado en el arrastre. Mereció mayor reconocimiento esa clase tan singular y aterciopelada. Una oreja para El Fandi para el que se pidió el doble premio.
Ismael Martín cortó dos orejas.
El lote de menos fuelle para Manuel Escribano que apretó con el tercero, un toro con potencia que acabo rajado. El sevillano compartió palos con sus compañeros y abrió faena con un muletazo cambiado que el toro le desgarró la taleguilla de un pitonazo. Escribano firmó una faena de tenacidad, aportando firmeza y técnica. Exprimió a su oponente. Estocada final de la que tardó en rodar el animal cuestión que enfrió al cónclave.
Manuel Escribano, con uno de los toros de la tarde.
Al quinto le recibió a portagayola, un toro que tuvo nobleza y frente al que el torero de Gerena se mostró ambicioso y cabal. No acabó de desarrollar el toro todo lo que apuntó en sus primeras embestidas y Escribano le sacó el máximo partido a base de poner a disposición del animal sus conocimientos y sus registros. Oreja .