Los voluntarios reivindican su labor cotidiana con una fiesta
Una veintena de colectivos se dan cita en la Carpa de las Asociaciones
GABRIEL DE LA IGLESIA / Miranda
Su trabajo pasa muchas veces desapercibido, pero siempre están ahí cuando se les necesita. Ellos son los voluntarios. Los de Cruz Roja, Aspodemi, Asayeme, Boreal, Ampaf, Aremi y de todas y cada una de asociaciones que trabajan diariamente en Miranda. Ayer era su día.
Enmarcado en la celebración del Año Internacional del Voluntariado, la Plataforma del Voluntariado convocó ayer a una veintena de colectivos sociales, vecinales e inmigrantes a«una fiesta» desarrollada en el parque Antonio Machado y destinada a que «los ciudadanos puedan ver lo que hacen las asociaciones y las conozcan, porque seguro que muchos no las conocen».
Así al menos lo entiende Begoña Castro, trabajadora de Asbem y tesorera de la Plataforma del Voluntariado, quien señala que el trabajo de los voluntarios está poco visibilizado. «Todavía nos queda camino por recorrer», ya que aquellas personas que realmente conocen el trabajo de los cientos de voluntarios con los que cuenta la ciudad son aquellas que «verdaderamente lo sufren. Cuando lo tienen en casa y lo ven son conscientes de la labor que hacemos», subraya.
Y ese era precisamente el objetivo de la jornada: darse a conocer entre el gran público. Para ello, los diferentes colectivos que participaron en la iniciativa prepararon un sinfin de actividades lúdicas y festivas. No faltaron los bailes, la música, los juegos tradicionales o la animación callejera.
Tampoco podían faltar a la cita los habituales stands plagados de información sobre las diferentes asociaciones participantes y los programas que éstas llevan a cabo. En los puestos se repartieron folletos, se intentó mostrar una parte del trabajo realizado durante los últimos años y, en algunos casos, incluso se recaudó dinero para financiar las actividades.
Pero el principal objetivo de la cita fue rendir un merecido homenaje a todos aquellos que trabajan diariamente de manera desinteresada por sus vecinos e intentar ‘reclutar’ a nuevos voluntarios. De ello se encarga actualmente la propia Plataforma, que a través de la Oficina del Voluntariado asesora a los interesados.
La Oficina, ubicada desde la semana pasada en el centro cívico Raimundo Porres, «cuenta con un registro de todas las asociaciones». A partir de ahí, explica Castro, «el ciudadano plantea su necesidad y afinidad por un colectivo y recibe orientación» al respecto.
Los requisitos son mínimos. «Tan sólo se necesita ser consciente de que quieres cambiar algo. Puede ser un día al año o dos horas a la semana, eso depende de cada uno». Lo importante es ayudar en la medida que se pueda.
Voluntarios por un día
Y para facilitar aún más las cosas, la Plataforma ha puesto en marcha en las últimas semanas el programa de ‘Voluntarios por un día’, una iniciativa planteada para captar la atención de un público más específico. «Es una campaña que llevamos preparando desde hace tiempo» tras comprobar que «el voluntariado tiene mucho éxito por esa vía». No en vano, hay mucha gente interesada en colaborar con alguna asociación, pero «los horarios y la disponibilidad» le impiden comprometerse de manera más intensa.
Eso sí, una vez que empiezan, es difícil dejarlo. Así lo reconocen la mayoría de los voluntarios con los que cuenta la ciudad, como José Luis Saeta, colaborador habitual de Cruz Roja y Asbem. «La gente se piensa que esto es altruismo, pero en muchas ocasiones es puro egoísmo.