LII FERIA DE MAQUINARIA DE LERMA
La gastronomía, reina de la feria a pesar de anularse la exhibición de maquinaria
Hoy se cierra la 52 edición de la feria lermeña
M. A. DE LA CRUZ/ M. M. / Lerma
La LII Feria de Maquinaria de Lerma siguió ayer en plena actividad, ya que fueron muchos visitantes los que quisieron aprovechar ayer lunes de una tranquila velada de descanso 'entre puentes' -la jornada dominical de apertura y hoy primero de mayo en que se clausurará el evento-, en la que además la lluvia pareció dar una tregua. «Al menos ha dejado de llover y hemos podido disfrutar un poco, porque con tanta agua y tanto barro tampoco apetece mucho quedarse», comentaban algunos visitantes al final de la tarde, en la que el cierre de la feria llegó con bajas temperaturas pero, al menos, sin agua.
Para malestar de algunos sin embargo, la lluvia ya había hecho 'de las suyas' ya que impidió que se celebrara la exhibición que, organizada en la campa anexa al recinto de la feria, era la cita del mediodía. Además de querer servir de escaparate para mostrar algunas de las novedades en el sector de la maquinaria agrícola, reina y señora de esta cita lermeña que cumple ya su 52 edición. Pero tampoco hubo excusa para aburrirse.
De ello se encargaron los 37 responsables de los stands de productos artesanos de alimentación que, agrupados bajo la marca regional Tierra de Sabor, conquistaron cientos de paladares, como seguirán haciéndolo hoy, día de la clausura de la feria. La rica gastronomía de nuestra tierra, elaborada con el mimo de un artesano y con la sabiduría de las artes tradicionales, ha aportado así sabor, color y aromas de los ricos productos que la cocina de Castilla y León ofrece.
Gran variedad de quesos, de oveja, de vaca y de cabra; cecinas de Burgos, Palencia y León; la siempre presente en nuestras mesas de la matanza con su gran variedad de chorizos, morcilla y jamones; los caldos que llevan la provincia y la región a otros países; la miel de nuestros montes; las nuevas cremas elaboradas a base de setas y hongos; las castañas otoñales; los licores extraídos de frutas del bosque o las ricas almendras garrapiñadas son algunos de los muchísimos productos que los visitantes podrán degustar hasta hoy en el recinto ferial lermeño.
Y junto a todos ellos, el rico surtido de repostería, los panes cocidos en horno de leña y elaborados con el cereal de nuestros campos, que remontarán a más de uno, a los sabores de la infancia castellana.
La feria cumple así su extraordinaria labor de trampolín y escaparate, donde maquinaria y gastronomía se ven catapultados por igual sin importar lluvias, barros y fríos. Y de ello, ejemplo claro es la carne de potro hispano bretón burgalés, una de las invitadas de este año de la mano de la Asociación de Criadores Burgaleses, que de la mano de la marca local Burgos Alimenta, elaboró hamburguesas para degustar por todos los públicos.
Y entre mordisco y mordisco, la oportunidad de conocer mejor las enormes ventajas del exquisito producto, que son muchas: ser muy rico en omega 3, su aporte en hierro -muy superior a otras carnes-, rica en proteínas y en contenidos minerales y también en vitaminas Ay B. Ventajas de las que se han hecho eco ya numerosos establecimientos en Burgos provincia y capital.