El Correo de Burgos

GRAN AFLUENCIA DE PÚBLICO

Multitudinaria clausura de feria con sol y sin barro

La 52 feria de Maquinaria de Lerma cerró ayer sus puertas con un sabor dulce en la boca ante la gran afluencia de público

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Burgos

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M. A. DE LA CRUZ/ M. M. / Lerma

Desde hace décadas, el primer día de mayo es para los lermeños el 'Día de la Feria' con mayúsculas. Y prueba de ello fue el aspecto que la 52 edición de la Feria de Maquinaria de Lerma lució ayer, en que volvió a quedar patente lo poco que importa a los lugareños que el 1 de mayo sea martes o domingo, haga sol radiante o diluvie: la afluencia al recinto ferial es siempre multitudinaria.

Miles de personas venidas de toda Castilla y León, a los que se sumaron los muchos visitantes llegados de diversos puntos del País Vasco y de la Comunidad de Madrid, volvieron ayer a abarrotar el recinto ferial. En él, los cerca de 200 expositores de maquinaria agrícola se sumaban a los casi 40 de productos alimentarios, así como a los 300 que ofrecían todo tipo de productos en el gran mercadillo instalado sólo el día 1 en las proximidades. Un poco de todo.

Ríos de gente en las calles de la villa y kilómetros de coches aparcados en las inmediaciones, completaban el día de la Feria en Lerma, el cual avanzó entre un tímido sol que poco a poco fue cogiendo fuerza, haciendo olvidar a todos a los 'indeseables invitados' que fueron el domingo de la inauguración, la lluvia y el barro.

Remarcable ha sido el esfuerzo del alcalde de la villa, José Barrasa, así como de algunos concejales y numeroso personal de servicio del Ayuntamiento, quienes se afanaron desde el primer momento para convertir el barrizal del terreno ferial- en el que los días pasados cayeron más de 70 litros de agua-, en un piso adecuado para el numeroso público que se acercaba a curiosear.

Pala en mano y trabajando incluso de noche, no dudaron en hacer uso de la zahorra y el asfalto machacado para cubrir el recinto y los accesos al mismo, hasta lograr convertir el firme en un piso aceptable, que permitió a los miles de visitantes disfrutar de verdad del evento.

A la satisfacción de los organizadores se sumaba ayer -día de la clausura-, la positiva impresión en términos comerciales que expresaban los propios expositores.

Así lo confesaba, entre otros, un 'novato' en el evento lermeño, Tomás Bellido, quien se acercó a Burgos desde la cordobesa localidad de Montilla para dar a conocer las estufas de leña y de pellets. «Aunque mi trabajo es recorrer ferias, sobre todo en el sur y centro de España-, me he quedado asombrado de la gran capacidad de convocatoria de la feria de Lerma», lo que hace de ella un evento para mimar y fomentar».

De igual parecer se mostraba uno de los veteranos en la feria, Clementino García López, «pues estas ferias son el gran escaparate para nuevos contactos de futuras operaciones», afirma, recordando que acude desde 1983. Coincidió con el burgalés Luis Fuente, que acudía por tercera vez, «de la que me voy contento aunque haya sido algo más floja que el año pasado, en que vendí todo lo que expuse más muchos encargos».

Clausura así sus puertas una edición más de la Feria de Lerma, lo que 'abre' sin embargo, las de los preparativos para el próximo año en que de nuevo maquinaria, agroalimentación, mercadillo y diversión volverán a darse la mano para llenar de público y ruido la villa lermeña.

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