El modelo comunitario en las Merindades dejará un territorio final muy cerrado

J. C. R. / BurgosEl norte de la provincia de Burgos, la comarca de Las Merindades en concreto, abarca en total una población de 25.000 habitantes. Tiene en Villarcayo (4.800), Medina de Pomar (5.800), Valle de Mena (3.500) y Espinosa de los Monteros (2.600) los municipios. Sólo estos ayuntamientos congregan al 50% de toda la población. Y aún entre ellos, las diferencias con el nuevo modelo autonómico son muy notables.Así, por ejemplo las competencias que asumirían Medina y Villarcayo, pese a contar con una similar población son sustanciales. Con el nuevo modelo, la población presidida por Mercedes Alzola no gestionaría una simple sala de exposiciones, cosa que la ciudad del alcalde José Antonio López Marañón, sí podría asumir.Pero ambas se quedarían sin la gestión de un tanatorio, por ejemplo que sería el Distrito quien lo asumiría. Y ¿cómo se agruparían? He ahí la duda; ¿qué pueblo sería cabecera de Distrito?La fragmentación y el pequeño tamaño municipal son los factores determinantes en la activación del modelo propuesto. En toda la provincia sólo cinco municipios, las tes grandes ciudades más Briviesca y Medina tienen más de 5.000 habitantes. Esa es la cifra que Europa baraja para mantener un municipio.En Castilla y León son 57, de tal forma que en poco más del 2,5% de los municipios de la Comunidad reside el 64% de la población. Por lo tanto, la mayor parte de los municipios de la Comunidad son pequeños, se implantan en territorios poco densos y mantienen un perfil claramente rural. Conclusión, aún en ciudades similares como Medina y Villarcayo, las grandes diferencias territoriales siguen se siguen manteniendo.Las diferencias se acentúan cuanta menos población tienen los municipios. Porque, al final, lo que la distribución explicada por la Junta concluye es que el límite de 5.000 habitantes es el que marca la distribución de más o menos competencias, aunque los Distritos Urbanos, sean sólo aquellos que se delimitan por el término municipal de cada municipio mayor de 20.000 habitantes.Alimentar el padrónConocedora de esta limitación, la alcaldesa de Villarcayo, Mercedes Alzola, ha invitado expresamente a los vecinos que residen en su municipio pero que no están empadronados, a que formalicen su residencia oficial en este Ayuntamiento. Está en el límite de los 5.000 habitantes y «sería una pena que por unos pocos vecinos», el municipio, capital de las Merindades de Castilla no pudiera llegar a esa cifra mínima y así no tendría que ceder ninguna competencia que desempeña en la actualidad.Si Villarcayo logra llegar a los 5.000 empadronados, mantendrá sus actuales competencias.DiputacionesLas diputaciones provinciales tienen atribuidas entre sus competencias  «la asistencia y la cooperación jurídica, económica y técnica a los municipios, especialmente los de menor capacidad económica y de gestión». Por ello la nueva normativa da a estas administraciones un plus en  la mejora de la capacidad de gestión de los municipios.El modelo territorial propuesto, fundado en la promoción de los Distritos de Interés Comunitario racionalizará las funciones de las Diputaciones, que participarán en la implantación de los nuevos distritos, colaborando en su funcionamiento –en particular de los Distritos Rurales-.Todo ello facilitará una mayor coordinación de funciones y competencias con la Comunidad Autónoma. Se trata, por tanto, de adecuar las funciones de las Diputaciones a una nueva realidad de Ordenación del Territorio y de gestión de los recursos en la provincia, basada no sólo en la realidad municipal sino también en la existencia de los Distritos.Según el borrador que consta en la Junta, el modelo exigirá de las diputaciones  redefinir y modernizar sus competencias y servicios; racionalizar la cooperación económica, ajustando los planes provinciales de obras y servicios y los planes propios a la realidad de los distritos; mejorar la cooperación funcional, complementando los recursos humanos de los distritos, en particular desde los servicios de asistencia a municipios, y sobre todo en los distritos rurales más frágiles y potenciar los instrumentos de coordinación con la Junta, evitando la duplicidad en servicios.