Trotaburgos / El norte de la Peña Amaya
La cuna del río Odra, entre Amaya y las Loras
Tres pueblos pequeños, casi aldeas, se desperdigan entre este valle al norte de la Peña y al sur del Valle de Valdelucio
J. C. R / BurgosEn la falda norte de la Peña Amaya, resguardos por esa fortaleza de piedra y el monte que los separa del Valle de Valdelucio y Las Loras, duermen, casi despoblados Rebolledo Traspeña, Fuenteodra y Humada. Hasta en verano huele a hollín en los pueblos y en invierno huele a frescor el monte; contrastes constantes que se entremezclan y proporcionan una sensación extraña pero placentera.Humada es cabecera municipal de un conjunto de pueblos integrados por Congosto, Fuencaliente de Puerta, Fuenteodra, Ordejon de Abajo, Ordejon de Arriba, San Martin de Humada , Rebolledo Traspeña y Villamartín de Villadiego.Pequeñas aldeas que en verano se llena de vida, pero que en el invierno endurecen aún más la soledad de quien vive todo el año, por el frío y la soledad.La carretera lleva al viajero al alto que domina el valle y desde ese punto se puede observar un paisaje bello y curioso. La Peña Amaya, al sur y la falda meridional de Las Loras por encima, encañonan el valle que encierra a los tres pueblos norteños: Fuenteodra, Humada y Rebolledo Traspeña. Traspasar el portillo acerca al viajero a Rebolledo de la Torre, otra joya en la que se dan la mano el románico y la naturaleza.El rómanicoUbicado en el noroeste de Burgos, rayando ya con la provincia de Palencia, Rebolledo de la Torre es una pequeña joya escondida entre los montes. A la villa la vigila la Peña Amaya al sureste y por el norte las crestas que encierran el Valle de Valdelucio. El acceso desde Aguilar de Campoo se realiza por la autovía Palencia Santander y desde Burgos por Villadiego y Humada. Albacastro, Castrecías, La Rebolleda, Valtierra de Albacastro y Villela son sus pedanías. Son pequeñas aldeas que viven de la tierra y del turismo rural. Es tierra de patatas, de buenas patatas de siembra y de joyas del arte románico. La torre señorial y la iglesia de San Juan y Santa Basilisa con su extraordinario pórtico y la cercana casa tardogótica del sacerdote hacen de Rebolledo uno de los rincones donde más atractivo y presente se hace el pasado medieval.