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ARREGLOS EN LAS CARRETERAS

La circulación en la N-I, una pesadilla a causa de las obras

Retenciones de más de diez kilómetros indignan a los transportistas

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Burgos

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Actualizado:

G. G. / Briviesca

El asfaltado de la N-I ha convertido transitar por la misma en una auténtica pesadilla durante toda la jornada, y de forma especial a los transportistas profesionales. Pese a asumir que este tipo de obras necesarias siempre causan problemas,  los trabajos han colmado su paciencia, ya que al estar trabajándose de forma simultánea en Pancorbo y La Brújula, las retenciones han sido espectaculares.

De hecho, la media de vehículos parados era de unos diez kilómetros, especialmente sentido Burgos, en el tramo de Monasterio de Rodilla sumándose a la parada previa en Pancorbo. Lo que más indignaba a los transportistas era el hecho de que no se coordinaran los pasos alternativos entre estas dos obras, parando el mismo sentido al tiempo en ambas.

El resultado era que mientras las retenciones crecían el tramo de N-I central permanecía prácticamente vacío en ambos sentidos a excepción de algún vehículo procedente de las localidades intermedias.

Esta forma de regular el flujo circulatorio traía aparejadas pérdidas medias de media hora en cada retención ya que los últimos de la cola quedaban retenidos el al menos dos ocasiones en cada punto.

Los más ajustados al horario optaban por utilizar el peaje de la AP-1 de Briviesca para escapar de la trampa de La Brujula pero en su mayoría se encontraban con la retención a la altura de Monasterio o, los menos afortunados, en Santa Olalla de Bureba. Según afirmaron varios chóferes estas prolongadas paradas, casi una hora en el trayecto burebano por la N-I, les supone un importante gasto, ya que la limitación de horas de conducción le lleva a perder portes. Esto es así, explicaron, ya que ver reducida su ruta por la pérdida de tiempo en 100 kilómetros les supone en muchas ocasiones no llegar a descargar la mercancía en el día lo que les retrasa en horas el poder volver a cargar al día siguiente. Incluso algunos afirmaban que al agotar el tiempo autorizado para conducir se quedarían a pocos kilómetros de su destino perdiendo el turno de carga o viéndose obligados a pernoctar en el camión al no llegar a sus domicilios.