La Feria de la Biodiversidad acerca al público los frutos del mundo rural

M. M. / Burgos

La Feria de la Biodiversidad celebró ayer domingo en el Paseo de Marceliano Santamaría -paralelo al Espolón-, su décima cita con el público burgalés, en la que no faltaron ni los productores -más de una treintena llegados de la provincia burgalesa y otras limítrofes e incluso de otras regiones como La Rioja, Asturias o Andalucía-, ni tampoco visitantes de todas las edades.

Miel, queso, pan, dulces, hierbas aromáticas, hortalizas, frutas o embutidos compartieron así espacio con vinos, patés de oca, carne de potro hispano- bretón e incluso bonsáis, convirtiendo el céntrico paseo en un delicioso 'restaurante' al aire libre -así como en un colmado bien surtido-, hasta bien entrada la tarde-noche.

Y junto a la enorme variedad de productos -y su alta calidad-, los visitantes pudieron comprobar  cómo el mundo rural y la elaboración artesanal puede ser una apuesta firme de futuro. Un ejemplo de ello es, por ejemplo, Alejandro Fernández Villa, quien en 2006 eligió Espinosa de los Monteros para retomar la actividad ganadera que conoció de niño, pero cambiando vacas y cabras por patos, y así nació Granja La Llueza.

«Tanto a mí como a mi mujer nos gustaban mucho los productos del pato y decidimos comenzar a elaborarlos, pero con los animales que nosotros mismos criaríamos».

Confiesa que son muchas las dificultades, «pero parecen menos cuando ves que haces algo que te gusta y con lo que contribuyes a mantener la vida rural en la que creciste y que hoy tú enseñas a tus hijos», asegura.

«Y ése es otro de los objetivos de la feria», defiende el presidente de la UCCL en Burgos, Félix Arribas -entidad organizadora del evento-, «dar al público la posibilidad de que pruebe estos productos y de que conozca de primera mano su elaboración al ser el propio productor el que atiende al consumidor, cada vez más conocedor y más exigente», recalca.

Agricultura ecológica

«Y prueba de esto es que son muchos los que preguntan cómo localizar luego los productos, o cómo hacer pedidos», explica, lo que ha llevado a muchos productores a abrir sus tiendas online.

Pero a pesar de todo, muchas son aún las trabas con las que estos productores artesanales se encuentran en su día a día, siendo la más 'golpeada' de todos, la agroganadería ecológica. y para luchar contra ello, en la feria pudo visitarse una caravana informativa en la que se mostraba los beneficios de esta producción, y el largo camino que queda por andar.

Camino en el que Castilla y León va a la cola, ya que de las más de 1 millón de hectáreas 'ecológicas' en marcha en España, apenas 40.000 se producen en esta región, dentro de la cual Burgos es la segunda de la Comunidad con más de 120 productores- elaboradores de diversidad de campos productivos.

«Y es una pena, porque esta región cuenta con unas condiciones geográficas y climáticas excepcionales, y que sin embargo siguen sin convencer a las administraciones para que la impulsen en serio», reprochaba Juan Senovilla, presidente del Consejo regional de Agricultura Ecológica.

Este hortelano segoviano -como él se define-, explica en pocas palabras cómo la ecológica es una rama de elaboración en la que a pesar de que a algunos les pueda parecer más complicada, es la más clara de todas, donde la ley marca qué es aconsejable para los animales -o para el desarrollo de los cultivos-, qué está permitido y qué no.

Es, en verdad, la respuesta a esa búsqueda de una alternativa a un sector agrario en crisis, nacida del propio sector  y no como una iniciativa de las instituciones, «no ha sido necesario hacer grandes campañas sino ver que los intereses de los agricultores y de los consumidores eran los mismos, seguir contando con estos productos de siempre, pero con mayor calidad».

Añade que la producción ecológica llega así tras la reconversión de procesos agrícolas y ganaderos tradicionales, «lo que hace de ella la práctica más nuestra», insiste Senovilla. A la que se suma la 'investigación' de los propios productores en su día a día, «y que se basa en ir corrigiendo errores», comenta, «porque además de ser pocas las ayudas encima ahora las están quitando, incluso a aquellos que años atrás decidieron trabajar en ella y que ahora se encuentran solos», reprochaba Senovilla.