Covarrubias apuesta por la biomasa para su uso en estancias municipales

M. M. / Burgos

El Ayuntamiento de Covarrubias ha decidido hacer una firme apuesta por el ahorro y las energías limpias, lo que ha supuesto la sustitución de la caldera de gasoil utilizada hasta ahora para calentar la Casa Consistorial por una de biomasa, tras una inversión municipal de 20.000 euros. «Con ella esperamos reducir a la mitad el gasto que hasta ahora nos suponía este servicio», explicaba el alcalde de la localidad, Óscar Izcara, recordando que dicho montante rondaba de media los 4.500 euros.

Consciente de que la amortización de esta infraestructura no será 'visible' hasta dentro de dos o tres años, «no nos ha importado llevarla a cabo ya, pudiendo así observar la evolución de la iniciativa ya que tenemos previsto ampliarla en cuanto la situación económica nos lo permita», reconoce.

Por ello, avanza que prevén instalar también este tipo de equipos en otras dotaciones municipales como el colegio y la biblioteca, «pero más adelante», reconoce, consciente de la incertidumbre que la crisis ha generado estos años sobre la continuidad o no de las ayudas que administraciones como Diputación Provincial o la Junta han estado concediendo a las localidades para proyectos similares.

«Y es que estas inversiones suponen un esfuerzo importante para localidades pequeñas como la nuestra -la población habitual ronda el medio centenar de personas-, por lo que preferimos esperar o buscar ayudas que podamos solicitar para reducir ese gasto».

De hecho, para la realización de este proyecto se solicitó una ayuda a la Junta -en concreto al Ente Regional de Energía (EREN) dependiente del Gobierno regional-, el cual les ha concedido 5.000 euros, además de estar a la espera de la respuesta a la solicitud de subvención pedida a Sodebur (Sociedad para el Desarrollo de Burgos) dependiente de la Diputación.

Sustitución del alumbrado

Izcara recuerda que la idea estaba sobre la mesa del Consistorio hace tiempo, sobre todo tras conocer las ventajas de este sistema energético a través de charlas y visitas a instalaciones ya en marcha en otras localidades. El primer paso fue así la realización hace ya unos años, de un estudio por el que se mostró el ahorro municipal que supondría sustituir el alumbrado público. «Y aunque el claro ahorro logrado los dos primeros años se ha ido al traste con las últimas subidas de las tarifas eléctricas, nosotros al menos teníamos hechos los deberes».

Izcara añade que siempre han creído en la adopción de estas pautas como forma «no sólo de velar por el medio ambiente -al reducir emisiones de CO2 - sino de lograr mejoras para los vecinos, los primeros en usar esas instalaciones municipales». Algunos de los cuales ya les han trasladado la diferencia que han notado al acudir últimamente a algún acto en la Casa Consistorial, «que era el antiguo palacio de Fernán González todo ello construido en piedra», detalló.