POPULAR CELEBRACIÓN
La Fiesta Barroca revive en Lerma aires cortesanos
La cita, que recupera el esplendor de la villa en el siglo XVII, continúa hoy con sus actos
M. A. DE LA CRUZ /Lerma
Los lermeños volvieron ayer a revivir uno de los capítulos más importantes de su historia pasada, al devolver a la actualidad con una nueva edición de la Fiesta Barroca que ayer inició su programa de actos, a Francisco Gómez de Sandoval y Rojas. Un personaje muy controvertido en la historia, que sin embargo, fue un gran promotor urbanístico y cultural para su villa, Lerma.
A la pequeña localidad, enclavada sobre un cerro en las estribaciones de la Sierra de la Demanda y bañada por el río Arlanza, la vistió en su día de gala, logrando que fuera considerada un modelo de arquitectura herreriana. Esplendor que el popular evento que desde ayer envuelve la localidad, revive año tras año, con cuyo centro histórico-artístico como punto neurálgico, y considerado en la actualidad como uno de los mejores conservados del siglo del Barroco, el gran siglo de Oro de las artes y las letras españolas, el siglo XVII.
Este año, la Villa Ducal representa la decimonovena edición de la Fiesta Barroca. Como novedad, el hecho de ser ésta la primera vez que la celebración se adelanta un día, lo que dio lugar a su inicio ayer viernes, en lugar de hacerlo durante el sábado y el domingo como venía siendo habitual.
Admirado en todo el país
Ésta es la ‘Gran Fiesta’ local, en la que gigantes, enanos, malabaristas, diablillos, zancudos, danzantes emulan los grandes festejos con los que el Duque de Lerma causaba admiración en toda España, tanto entre los nobles de la corte como entre los embajadores extranjeros.
Durante dos días, el Conjunto Histórico Artístico de la villa de Lerma, se engalana con banderas, colchas, tapices y estandartes para la recreación de aquellas celebraciones que siglos atrás hicieron historia y en las que el pueblo participaba, y participa. Los nobles también tenían su espacio y como culmen de la ostentación cortesana organizaban juegos de cañas y toreo a caballo, donde los importantes de la villa demostraban su valentía y habilidad.
Doscientos figurantes recrean para lermeños y visitantes aquellos fabulosos festejos, con el ánimo de agradar al público. Festejos nacidos tras muchas horas de trabajo, de ensayos, de fabricación y reconstrucción de carrozas o de enseñanza de malabares, cuya escuela funciona todo el año, dando lugar a la presencia de sus chicos por toda la villa lanzando a lo alto diábolos y bolas.
La fiesta sigue hoy
La Fiesta Barroca empezó ayer con la salida del cortejo que desde el Arco de la Cárcel hasta la plaza Mayor procesionó mientras la danza fue la protagonista con los enanos, gigantones y los miembros de la Corte. Como novedad de esta edición el grupo lermeño de batucada hizo sonar sus tambores en la antigua Plaza de Armas del duque.
Hoy sábado se repite la programación a la que se sumará la particularidad de teatro de calle durante la mañana. Pero Lema es ciudad de teatro, como lo fue tiempo atrás en los festejos ducales. Grandes dramaturgos de la época pasaron por la villa donde pusieron en escena muchas de sus obras, loas, mascaradas, entremeses, mojigangas, autos y dramas.
Manteniendo ese bagaje teatral, la Fiesta Barroca lermeña ofrece a los visitantes a la villa durante esos días un buen número de representaciones, tanto en teatro de calle como en representación de entremeses.
Se reserva así para la noche, a las 22,30 horas, la obra estrella de las actuaciones con el grupo Espliego de Villadiego que pondrá en escena De la batalla de Tamarón nació el Reino de Castilla, de Ernesto Pérez, alma mater de la Fiesta Barroca. Éste explica cómo en su creación se ha dejado guiar por la ilusión, «además de querer darle un carácter didáctico para el público». En ella se representa lo decisiva que fue la batalla de Tamarón, acaecida en 1037 entre Villadiego e Iglesias y donde el rey de León Bermudo III, es derrotado por el conde Fernando Sánchez, dejando así de depender Castilla, que era condado y se convierte en reino, de León.
Sin embargo, el actor y dramaturgo destaca las muchas dificultades económicas con que se han encontrado para continuar con la representación de la Fiesta Barroca, y que este año se salva la actuación con la aportación de La Hormiga y dinero sobrante del año pasado. «Aún así -comenta- es la lucha de todos los años, conseguir fondos para que la fiesta no sea algo anquilosado», recordando que este año como novedad, actuará el grupo de Batucada de la villa y los malabares lo harán con luz negra.