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Garoña no cierra por vacaciones

l La plantilla trabajará en verano en el mantenimiento del combustible, mientras que la esperanza abierta por el CSN permite hablar de reapertura

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Burgos

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LIDIA SIERRA / ICAL / Burgos

La central nuclear de Santa María de Garoña no echará el cierre por vacaciones durante los próximos días. Alrededor de 300 trabajadores de la planta atómica continuarán en sucesivas semanas trabajando en el escenario que surgió tras el anuncio oficial del cierre de la central, el pasado 6 de julio: el mantenimiento del combustible nuclear, que desde diciembre de 2012 espera en la piscina a la espera de que Nuclenor y el Gobierno central decidan qué hacer con la central más antigua de España.

Después de que el Consejo de Seguridad Nuclear emitiese en sede plenaria un informe favorable, no vinculante, sobre el real decreto que daría luz verde a una hipotética reapertura de la planta, los custodios de la misma siguen «a lo suyo» a la espera de que la empresa propietaria (Nuclenor) les clarifique cuál va a ser su situación en los próximos meses. Así lo indicó en declaraciones a Ical el portavoz del Comité de Empresa de Garoña, Alberto César, “cansado” de las informaciones cruzadas que hablan «de cierre y de no cierre».

Como el resto de sus compañeros de trabajo, César apela a la paciencia y espera que durante el mes de septiembre «se clarifique la situación». «Seguimos como estábamos el 6 de julio y prácticamente igual a como estábamos en diciembre», confiesa. Un total de 290 trabajadores trabajan en Garoña, a pesar de que la central entró el pasado 6 de julio en un estado de ‘semi alegalidad’ tras publicarse en el Boletín Oficial del Estado el anuncio de cierre.

La central nuclear entró el pasado 6 de julio en fase de ‘predesmantelamiento’ para comenzar una nueva etapa de actividad no definida en la que la plantilla dedica sus esfuerzos en torno a un escenario de desmantelamiento y otro de continuidad. Cuando se cumple un mes de aquel momento, la central burgalesa mantiene su actividad y el 50 por ciento de los sistemas siguen en mantenimiento. Pese a que lleva meses sin generar energía eléctrica, los esfuerzos siguen concentrados en el control del combustible nuclear.