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El Novedades vuelve de vacaciones con una apuesta decidida por el cine español

Desafía la subida del IVA y el éxodo a grandes salas con trato familiar y precios y proyecciones adaptados a la demanda / Su público es homogéneo / Los mayores demandan un cine familiar, los jóvenes, de acción

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Burgos

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ESTEFANÍA MALDONADO / Miranda

El cine Novedades ha vuelto a la carga tras las vacaciones veraniegas apostando por el cine español. ‘Las Brujas de Zugarramurdi’ de Alex de la Iglesia para arrancar el nuevo curso y ‘La Gran Familia Española’ de Daniel Sánchez Arévalo que se proyecta actualmente, son las dos primeras propuestas tras las vacaciones.

Es sin duda, un cine familiar. De hecho, es una familia quien lo regenta desde hace casi 30 años. Primero fue Emilio Acha, a quien siguieron dos de sus cinco hijos, Iñigo y Marisa que, a día de hoy, no conciben su futuro de otra manera.

Emilio Acha se introdujo en el mundo del cine muy joven, con 13 años de edad comenzó a trabajar como transportista en una distribuidora. Poco a poco se hizo un hueco en el hermético ‘mundillo’, llegando a ser el director gerente de Warner para la zona norte de España. De la distribución pasó a la explotación en la empresa Vitoria de Espectáculos Sociedad Anónima (VESA), para después arribar en Miranda en 1994, cuando él y su mujer apostaron por reabrir el cine Novedades «por la oportunidad de emprender un nuevo proyecto y cubrir el vacío de cines que en el momento existía en la ciudad», cuenta su hija Marisa.

Ella, que ha vivido toda su vida conociendo el mundo del cine por dentro, considera que una plaza pequeña como Miranda aporta al negocio un carácter humano irrenunciable. Así, Marisa Acha señala que lo más especial es «la proximidad y cercanía con el público. Tenemos un trato familiar e intentamos adecuar las películas al gusto de los principales consumidores».

Entiende que las diferencias de comodidad de la sala por sus dimensiones, acústica o distribución de las butacas orientadas hacia una gran pantalla pueden ser ventajas de algunos de los multicines del entorno, pero apuesta por el trato cercano que en Miranda tienen con sus clientes, «que son casi como de la familia», dice mientras sonríe. Más información en edición impresa