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ENCUENTRO

Veinte perros se lucen en el simulacro de rescate en Castil de Carrias

Grupos de rescate de País Vasco y La Rioja se coordinaron con bomberos provinciales

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Burgos

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G. GONZÁLEZ / C. DE CARRIAS

La deshabitada villa de Castil de Carrias fue el escenario escogido para un amplio ejercicio de búsqueda de víctimas de un derrumbe en el que participaron grupos de rescate canino de Eibar, Álava, Alfaro y Haro junto con bomberos voluntarios de Belorado, Briviesca y Pradoluengo. En La jornada participaron una veintena de canes junto a una treintena de personas, todas ellas sobre el terreno, como si de una situación real se tratara, tanto en el modo de búsqueda como el protocolo de seguridad.

La coordinación del ejercicio corrió a cargo de Valeriano de la Calle, del grupo UCAS de Arrate, quien explicó que en este operativo participaban dos niveles de perros. Por un lado, los de iniciación y sin experiencia; por otro, los operativos que ya han actuado en ejercicios previos y situaciones reales de búsqueda. De la Calle afirmó que la forma de entrenamiento utilizada es «convertir la búsqueda en un juego para ellos», premiándolos cuando lograban encontrar a la víctima, y logrando «rescates en derrumbes de personas sepultadas de forma muy eficaz».

El rescatador guipuzcoano agradeció las facilidades dadas por el Consistorio beliforiano para poder realizar este ejercicio en la villa, ya que se trata de un «escenario ideal» para ver la eficacia de los canes participantes.

«Igualmente -destacó De la Calle-, permite coordinarse para casos reales con los bomberos con los que trabajaríamos si se diera la circunstancia real».

Así, en cada actuación en búsqueda de una víctima atrapada en el interior de un inmueble, el bombero se aseguraba previamente del estado de la construcción para permitir o limitar las zonas donde los rescatador y el perro podían actuar.

Aún tratándose de un ejercicio, el estado de las construcciones de la villa deshabitada hace años añadía un cierto nivel de riesgo al acceder a determinadas zonas de las casas. En su interior varios voluntarios ejercían el papel de víctimas, mientras los perros demostraban sus habilidades localizándolos en escondites de distinta dificultad.

Como es lógico los perros más novatos tardaban en cumplir con el objetivo pero, independientemente de su raza, todos mostraban un gran entusiasmo rastreando al detalle todos los inmuebles utilizados durante el simulacro. Al finalizar el ejercicio sobre el terreno todos los participantes del evento -promovido por los bomberos voluntarios de Belorado-, intercambiaron impresiones sobre las técnicas utilizadas.