El juego de las ‘chapas’ atrae a decenas de apostantes a Aguilar

GERARDO GONZÁLEZ / Briviesca

La villa de Aguilar de Bureba mantiene en sus fiestas patronales en honor a San Guillermo un formato muy apegado a la tradición. Entre ellas destaca el popular juego de las ‘chapas’ que como su homóloga de la Taba briviescana atrae durante la noche a los aficionados a los juegos de azar.

Pese a la cercanía en fechas de ambos juegos, Aguilar sigue con un notable tirón popular, aunque con un descenso de las cifras jugadas, en los dos ‘corros’ nocturnos. Este juego se celebra solo una vez al año durante dos noches con una mecánica sencilla. Se trata de lanzar al aire dos monedas de cobre en las que por una de las caras se pinta una cruz.

Para que la jugada sea válida, ambas monedas han de caer igual marcando si es ‘cara’ o ‘cruz’ la suerte de los apostantes. El nombre de ‘corro’ se debe a la forma en que se juega.

De esta manera el lanzador de las monedas, que está acompañado por el encargado de casar las apuestas, se coloca en un espacio libre rodeado por una estrecha mesa donde se colocan las apuestas.

Aguilar es una de las pocas localidades burgalesas que mantiene vivo este juego, que en otros lugares se celebra en la Semana Santa. Esta no es la única costumbre particular de la villa burebana ya que el primer acto de las fiestas en honor a su santo patrón es una concurrida merienda popular. Un acto en el que se vuelcan todos los lugareños debido a la masiva participación de gente.

Así, este año la cifra de raciones del tradicional plato de chorizo, atún, queso y un huevo duro alcanzó los 360 platos. Una comida que se regó con más de 700 litros de vino que fueron consumidos por los asistentes, entre los que estuvieron los 67 vecinos de la localidad.-Más información en edición impresa-