El medievo envuelve Salas entre cantigas y jolgorio

M. M. / Burgos

Salas de los Infantes viajó ayer siglos atrás para lo que sus habitantes no dudaron en engalanar la ciudad e incluso portar ropajes acordes, con motivo de la celebración del V Mercado Medieval que hasta hoy domingo se desarrolla en las plazas Mayor y del Condestable. Si bien reconoció una menor afluencia de público en comparación con otros años, el concejal Paco Azúa se mostraba «encantado de que el público se haya acercado a compartir con nosotros estos eventos, en los que también se da a conocer un trozo de nuestra historia», comentó.

Destacó cómo a los más de 40 puestos de artesanos que participan en esta nueva edición del mercado medieval -donde se dan la mano productos artesanos y alimentarios para todos los gustos-, se sumaba ayer una nueva cita con la leyenda de los Infantes de Lara que los vecinos del pueblo representan desde hace cinco años.

En ella se recordó la afrenta entre Gonzalo y Alvar durante la boda de Ruy Velázquez y doña Lambra, en la que propios y extraños se involucraron mientras los personajes daban vida a algunos de los personajes históricos que, tiempo atrás, pasearon por la villa salense. Cita histórica a la que siguió, al anochecer, el emotivo traslado del cofre donde se guardan los restos de los infantes, del Palacio municipal a la iglesia de Santa María. Evento al que acompañaron música y danzas de la época, así como la lectura de las cantigas de Alfonso X.

Tampoco faltaron los talleres de labores artesanas, como fue el de forja -a cargo de los navarros Izurdiaga-, «que atrajeron mucho la atención de todos, grandes y pequeños, con su exhibición que se convirtió en todo un curso acelerado de forja», bromeaba Azúa.

Actividades - relato de leyendas, talleres y puestos artesanos-, que se repetirán hoy domingo, hasta el cierre del mercadillo en torno a las 22 horas, que se completarán con una degustación de morcilla a partir de las 13,30 horas en la plaza del Contestable.