El Correo de Burgos

Inundaciones / Los caudales vuelven a subir

El Ebro vuelve a rugir

El aumento progresivo de su caudal hace saltar todas las alarmas y podría desbordarse, aunque desde la CHE apuntan que la situación será menos grave

La Vega de Santa Cecilia sufrió pequeñas inundaciones durante la jornada de ayer.-MIGUEL ÁNGEL

La Vega de Santa Cecilia sufrió pequeñas inundaciones durante la jornada de ayer.-MIGUEL ÁNGEL

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D.S.M. / M.Á. DE LA CRUZ / Burgos / Lerma
Burgos

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Cuando las consecuencias del temporal todavía siguen latentes en el recuerdo y el corazón de los municipios más afectados, la nieve y las precipitaciones vuelven a irrumpir con fuerza tras una semana de aparente tregua, especialmente -una vez más- a la zona norte de la provincia.Tras la alerta amarilla establecida durante todo el fin de semana, fundamentalmente a causa de los deshielos, el delegado territorial de la Junta de Castilla y León en Burgos, Baudilio Fernández-Mardomingo, activó a primera hora de la mañana de ayer el nivel 1 del Plan de Protección Civil ante el riesgo de inundaciones (Inuncyl).Con el fin de controlar la situación y evitar que las aguas vuelvan a desbordar las previsiones, la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) puso en marcha un Comité Permanente de Avenidas de cara a establecer los protocolos necesarios para coordinar acciones. La situación así lo requería, puesto que las alertas en el norte oscilaron entre amarillo y naranja.Y es que aunque la situación es preocupante debido al paulatino pero constante aumento de los afluentes de los ríos del norte, todo parece indicar que no se producirán los extraordinarios niveles alcanzados a finales de enero y principios de febrero.Sin embargo, la CHE, los ayuntamientos de las localidades afectadas, Protección Civil y la Junta no bajan la guardia, ya que se esperan nuevos repuntes para hoy y rachas de viento que podrían alcanzar los 80 kilómetros por hora en la Cordillera Cantábrica y el Sistema Ibérico.Crecida del ebroDespués de las colosales riadas a causa del desbordamiento del Ebro, las aguas volvieron a su cauce y los indicadores se mantuvieron estables durante más de una semana.El nivel del río comenzó a subir -levemente, eso sí- el sábado a las 15 horas. Finalmente, las alarmas comenzaron a saltar recién iniciada la madrugada de ayer dada la tendencia de crecimiento progresivo del caudal que alcanzó los 673,7 metros cúbicos por segundo. Sin embargo, al cierre de esta edición el Ebro experimentó un ligero descenso hasta situarse en 663.Pese a que ambos niveles se sitúan muy lejos aún del máximo de 1.413 metros cúbicos por segundo del 1 de febrero, algunas zonas de Miranda cercanas al Ebro como el barrio de Aquende junto al Puente de Hierro o la zona de Los Linares se vieron anegadas por la crecida del río.Asimismo, el propio organismo de cuenca llegó a la conclusión -gracias al Sistema Automático de Información Hidrológica (Saih)- de que la fusión de precipitaciones y nieve aún existente podría traducirse en nuevos repuntes del caudal durante el día de hoy. Por otra parte, algunos afluentes del río también sufrieron crecidas con desbordamiento. Por ejemplo, en Trespaderne, el río Nela inundó completamente una gran porción de tierra en la que se encuentra un campo de fútbol.Por esta razón y -por qué no decirlo- por desconfianza hacia la propia Confederación, muchos mirandeses comenzaron a temerse lo peor, dado que tampoco nadie se esperaba las inundaciones en base a las previsiones marcadas por la CHE.Calma en el dueroAnte las adversas condiciones meteorológicas de los últimos días y con carácter previsor, la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD) también se mantuvo en guardia para analizar durante la jornada de ayer y en próximos días las posibles avenidas. Por ello, el organismo de cuenca puso en alerta tres de sus estaciones de control en la provincia de Burgos, concretamente en los ríos Arlanza -a su paso por Peral de Arlanza y Quintana del Puente- y Ubierna -Quintanadueñas-.Y es que como se dice en la zona de Arlanza, «el río baja gordo», pero nada más. Por ejemplo, en la zona de Lerma -ubicada en el tramo medio del río Arlanza- durante la mañana de ayer el caudal fue en aumento, pero a media tarde comenzó a remitir. No obstante, se produjo un pequeño desbordamiento, no demasiado importante, en los campos de labor de La Vega de Santa Cecilia y en el recinto ferial en la zona que queda debajo de la A-1.CarreterasBien por nieve, placas de hielo, balsas puntuales de agua, posibles desprendimientos o fuertes ventiscas, tanto la Junta como Protección Civil volvieron a hacer un llamamiento a la precaución en las carreteras de la provincia.Según advertía ayer la Dirección General de Tráfico (DGT), las principales incidencias en las vías burgalesas tuvieron lugar en el punto kilométrico 22,9 de la BU-530 en Tobalinilla con dirección al País Vasco (tráfico cortado), dos tramos de la BU-572 entre Salcedillo y la base militar a la altura del Puerto de Lunada (vía cerrada y obligatoriedad de utilizar cadenas) y la BU-571 entre el Puerto de Las Machorras y Cantabria (uso de cadenas).La posibilidad de complicaciones en el resto de carreteras activó todas las alarmas. En este sentido, efectivos de Protección Civil recurrieron su mejor aliado de un tiempo a esta parte con el objetivo de concienciar y promover la precaución al volante entre los conductores: las redes sociales. También los propios usuarios participaron de forma muy activa ofreciendo información actualizada a través de Facebook o Twitter.

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