BUREBA
La ausencia de la conexión directa con la N-I frena el impulso industrial
Hace un año se pusieron en el mercado más de 200.000 metros cuadrados de suelo de La Vega III
El proyecto de desarrollo del sector industrial de Briviesca está pendiente de dotar de un acceso directo a la carretera N-I desde el barrio de Cameno, cuyo coste se estima en 120.000 euros. Actualmente se está a la espera de la concesión de una ayuda dentro de las aportadas por el Estado a los municipios con infraestructuras vinculadas al Plan de Emergencia Nuclear de Burgos.Cabe destacar que tras la construcción -con una inversión de 400.000 euros-, de la estación de descontaminación de La Vega es la segunda vez que se opta a esta ayuda, denegada el pasado año.El motivo del Consistorio briviescano en acudir a esta línea de ayudas para dotar de un acceso a la zona industrial desde la carretera del Estado es evitar que, en caso de puesta en marcha del plan de emergencia nuclear, los vehículos de evacuación crucen el casco urbano de la ciudad.Al tiempo se solventaría la actual situación de un elevado tráfico de vehículos pesados por una de las arterias principales de la ciudad donde se encuentran tres centros educativos, instalaciones deportivas y viviendas.La construcción de este acceso directo se consideró ya en el proyecto original de ampliación de la zona industrial briviescana hace casi una década, pero las obras en la N-I lo dejaron en suspenso. Finalmente, la conclusión del acceso hasta el puente del río Oca por el Ministerio de Fomento y la resolución de los problemas administrativos permitieron poner a la venta el terreno industrial.Así, La Vega III cuenta con una superficie de 204.700 metros cuadrados de suelo, que requirieron de una inversión de 2,7 millones de euros, actualmente sin uso.Nueva zona, ya acabadaLa infraestructura de la nueva zona está totalmente terminada tanto en pavimentación y zonas verdes como en líneas de suministro de electricidad, agua y telecomunicación. Una de las características que se tuvo en cuenta a la hora de diseñar la nueva zona industrial briviescana fue intentar solventar los problemas detectados en la parte más antigua del polígono, puesto en marcha hace 40 años.Por ello las instalaciones cuentan con una vía de servicio para acceso a las naves independiente de la vía principal, que queda así reservada para el aparcamiento y circulación de los vehículos.Este diseño impide que se produzcan embotellamientos en el paso principal cuando se efectúen tareas de carga y descarga de materiales para las industrias y permite disponer de amplios aparcamientos en ambos sentidos para todo tipo de vehículos.El interés por el Consistorio en facilitar la radicación de empresas en el polígono ha sido una constante desde que se finalizó la ampliación cambiándose incluso el planteamiento inicial sobre el tamaño de las empresas aptas. No obstante, la ausencia del mencionado acceso ha frustrado, según se ha afirmado, la radicación de la última empresa interesada en la adquisición de terrenos en la nueva zona.