RIBERA
El futuro de la Torta de Aranda, en duda por la falta de ayudas
Los panaderos asociados piden mayor apoyo institucional y del sector a la marca de calidad
Pensaban que la marca de calidad iba a suponer un antes y un después para el sector, pero las circunstancias no acompañan y la falta de ayudas está complicando el presente y el futuro de la Torta de Aranda. «Por ahora son todo gastos y no estamos en el mejor momento», admite el presidente, Antonio de las Heras Moro, quien hace un llamamiento al Ayuntamiento para que se implique en un proyecto que refuerza la imagen de Aranda como referente gastronómico, junto al lechazo asado y el vino de Ribera del Duero.Un producto local de incuestionable calidad que, sin embargo, carece del empuje necesario. «El Ayuntamiento se comprometió en la anterior legislatura a colaborar con una ayuda anual, pero por ahora no hemos visto nada», lamenta Miguel Ángel Santos, secretario de la Federación de Organizaciones de Panadería de Castilla y León, quien solicitará una entrevista con la alcaldesa, Raquel González, para ver cómo se puede reconducir el tema. «En las bolsas que llevamos a nivel nacional figura tanto el nombre del Ayuntamiento de Aranda como el de Burgos Alimenta y el de la Diputación pero sólo recibimos ayudas de la Diputación».Una colaboración agradecida que cobra forma en los portes, que suelen ser caros por ser productos congelados. «Nos ayudan, por ejemplo en la Vuelta Ciclista, que son 21 días», destaca.MalestarEl malestar es patente. Y así se vio en la recién finalizada feria de Fiduero, donde algunos panaderos locales, que forman parte del marchamo de calidad, se negaron a aportar sus productos, como protesta. «Somos conscientes de que los panaderos debemos trabajar en este tema bastante más y en este sentido, vamos a celebrar una reunión para concretar, pero necesitamos la ayuda de las instituciones y de los restaurantes», advierte Antonio de las Heras Moro.Y es que la mayoría de los establecimientos hosteleros de Aranda y de la comarca no consume este producto amparado. «Muchos tienen un compromiso con su panadero pero si ellos lo pidieran, los panaderos poco a poco se unirían, que es lo que hace falta», subraya consciente de que a día de hoy «somos tres. Estoy convencido de que la marca de calidad funcionará pero no podemos hacerlo solos», apunta.Por el momento, el aumento de las ventas sólo se aprecia en los despachos de pan. «En los dos que tengo yo, las ventas de torta de Aranda han crecido un 15% en los últimos dos años y medio, pero en los restaurantes se sigue sin ver y ahí es donde se da el prestigio, en las cartas».Por ello insiste en la necesidad de que iniciativas como las Jornadas del Lechazo apuesten por este marchamo de garantía.Desde su aprobación en 2012, la Marca de Calidad de la Torta de Aranda se extiende por las provincias de Burgos, Segovia, Soria y Valladolid. Es el segundo marchamo en el sector que funciona en Castilla y León, junto con el Pan de Valladolid.Según explican en la Federación de Panadería de Castilla y León, los objetivos son claros: relanzar la venta de este producto artesanal y combatir la venta fraudulenta.