La Pasión Viviente lermeña cumple 30 años entre miles de espectadores
La representación de los últimos días de la vida de Jesús volvió a invadir todos los rincones de la villa Ducal, donde 250 vecinos recrearon más de diez escenas hasta su crucifixión
Lerma volvió ayer siglos atrás para recrear la Pasión de Jesucristo, y dar vida a algunos de los muchos personajes que vivieron los diferentes capítulos que rodearon el final de su vida. Fueron miles de personas las que en la tarde-noche de ayer volvieron a darse cita en la villa ducal para vivir con la asociación ‘El arco’ uno de los momentos del año más esperados por la villa.Tras tres meses de ensayos, los actores de la agrupación -más de 250 vecinos de la localidad de entre 14 y 80 años de edad-, volvieron a imbuirse del espíritu de incertidumbre y temor que rodeó los últimos días de la vida de Jesús, para trasladarlo a los presentes, convertidos así en cómplices de la Pasión.Hubo también lugar para un pequeño guiño inicial -preludio de una escena a la que el próximo año los actores quieren dar más contenido-, pero que ayer sirvió de reconocimiento a las miles de personas que desde hace ya 30 años, acuden a compartir con ellos la velada de Jueves Santo.«Queríamos agradecer a todos acercarse hasta aquí y darnos su apoyo cada Semana Santa, pues son ya 30 las ediciones que cumplimos este 2016», comentó el actual director de ‘El Arco, Javier Angulo. «Y sobre todo a las personas y vecinos que a lo largo de estas tres décadas, han formado parte de la asociación, poniendo en ella su saber, sus ganas y su vida, pues muchos nos han ido dejando a lo largo de estos años».Por todo ello no dudaron, como cada Semana Santa, en invitar a todos a participar en esta cita que comenzó con algo de retraso ya entrada la noche, en la que el frío fue uno más de los presentes. Poco les importó la baja temperatura a los actores, quienes lograron enseguida convertir al numeroso público en testigo directo de la Última Cena que compartió Cristo con sus discípulos, junto al convento de Santo Domingo; de la oración del Hijo de Dios en el Huerto de los Olivos en que ayer se volvió a transformar la lermeña plaz a de San Blas; del encuentro con Pilatos o de las negaciones de Pedro ante el Parador de la villa; del ahorcamiento de Judas y del Encuentro entre madre e hijo o de las sucesivas caídas de Cristo con la cruz a cuestas.Momentos especialmente dramáticos en los que la gente acompaña a los actores, conocedores del trágico desenlace -con la crucifixión de Jesús y los dos ladrones-, de un emocionante relato de dos horas que concluye en la plaza de toros.Visitas conjuntas«Es una cita que todos los lermeños esperamos, ya que son décadas las que lleva realizando esta asociación la Pasión Viviente, que yo recuerdo desde niña», confesaba la alcaldesa lermeña, Celia Izquierdo. De ahí que desde la Institución que ahora encabeza, no hayan dudado en prestar toda la ayuda posible a la asociación, «con quienes también se vuelca todo el pueblo cada año», explica la responsable municipal.Además de destacar esta cita como una de las más turísticas de la villa, «pues la Pasión viviente ayuda a convertir Lerma en un reclamo de visitantes en estas fechas», reconoce la alcaldesa. «Es una admirable propuesta que conjuga la cultura con la tradición, a la par que da a conocer algunos de los más importantes rincones de la localidad», añade Izquierdo.Entrega de instituciones y convecinos que la asociación agradece, «pues sin ellos evidentemente, no hubiéramos cumplido estos 30 años de vida». El director de la agrupación lermeña, hoy ya superando la treintena, recuerda que su estrecha vinculación con la Pasión Viviente y la asociación comenzó cuando contaba con apenas 14 años de edad.Recuerda que la Pasión Viviente la pusieron en marcha varios matrimonios de la localidad con el párroco local, «quienes quisieron darle una vuelta a la tradición de la Semana Santa». Y lo lograron, pues en la actualidad aquella idea se ha convertido en una atractiva y emotiva cita.